LA GRAN ESPERANZA BLANCA

Las Migas, el secreto mejor guardado

Las Migas, en una actuación.

Las Migas, en una actuación.

L.T.

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En Catalunya son ya un secreto a voces y en el resto de España darán muy pronto mucho que hablar, porque, por fin, están a un paso de grabar su esperado --y mil veces postergado-- primer disco.

Se ha dicho que hacen flamenco de cámara, tal vez porque su estilo es tan inclasificable como la naturaleza de su propia formación. Las Migas nacieron de manera casual, hace ahora justamente cinco años, en las aulas del ESMUC (Escola Superior de Música de Catalunya) donde estudiaban tres de ellas. Aún no tenían clara su continuidad cuando ganaron el premio del INJUVE al mejor grupo flamenco. Sin embargo todo lo rápido que fue al principio se demoró después. Siempre han estado ahí, con giras internacionales incluidas, pero los proyectos paralelos de cada una y la propia vida han hecho de Las Migas un proyecto forjado a fuego lento.

Si bien su música ha evolucionado mucho en este tiempo, en el que han pasado de recrear el flamenco tradicional a crear un sonido propio, ellas siguen siendo las mismas que empezaron. Únicamente suelen añadir en directo un percusionista invitado. Son un grupo de Barcelona, aunque todas provengan de fuera. Marta Robles (guitarra) es de un pueblo de Sevilla. Isabelle Laudenbach (guitarra) de la Bretaña francesa. Lisa Bause (violín) nació y se crió en el Berlín oriental y Sílvia Pérez-Cruz (voz y cajón) es de Palafrugell, donde de niña cantaba habaneras.