TENDENCIAS EN EMPLEO

La gamificación o cómo aprender jugando en el trabajo

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Introducir dinámicas basadas en juegos en el entorno laboral repercute positivamente tanto en el empleado como en la empresa, ya que el aumento de la motivación o el esfuerzo del trabajador influye en la productividad

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Fran Leal

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La gamificación ha llegado a las empresas para quedarse. Y es que usar dinámicas de juego dentro de la propia compañía no solo aumenta el bienestar de los empleados, sino que además repercute en la cuenta de resultados.

En un principio, puede parecer infantil, porque en definitiva sigue la máxima de “aprende jugando”, pero el caso es que funciona. ¿Por qué? Porque, entre otras cosas, recurre a la competitividad y eso, seamos sinceros, motiva. Además, al final del proceso, los ganadores reciben una recompensa o premio por su esfuerzo. Entonces, ¿qué puede salir mal?

La verdad es que podríamos decir que todos ganan con la gamificación. En primer lugar el trabajador, porque desempeña sus tareas (e incluso otras ajenas) en un ambiente que fomenta la diversión y la satisfacción con su trabajo. Y en segundo lugar la empresa, porque tener al empleado feliz es un tesoro.

¿Cómo afecta al empleado y a la empresa?

Es obvio que todos preferimos trabajar con un buen ambiente y lo más contentos que podamos. Por tanto, si desde la empresa nos plantean un juego o competición que aumenta nuestra motivación y nos ayuda a aprender más rápido y con mejor predisposición, lo más probable es que aceptemos. Y si hay una recompensa por hacerlo bien, mejor que mejor. Además, muchas de estas dinámicas nos permiten potenciar el trabajo en equipo, así como nuestro orgullo de estar en nuestra empresa.

Por otra parte, es evidente que el hecho de que los trabajadores estén más cómodos en la empresa, para esta última es ya un triunfo. Pero si le sumamos que esos empleados aumentan su rendimiento y competitividad, no hay motivos para no lanzarse a la gamificación.

Un ejemplo de esto es lo que lleva a cabo Virtway, que ofrece una tecnología cien por cien propia que permite hacer reuniones virtuales, donde cada participante maneja su propio avatar a través de cualquier dispositivo. En esas reuniones, como afirma el CEO de la compañía, José Antonio Tejedor, esta solución “gamifica todo lo que sucede dentro de la sala”, siempre con el trabajo en equipo como bandera.

El escape room es otra opción interesante, con diferentes retos colaborativos, que posibilita que “el coordinador lo escuche y vea todo, lo que le permite evaluar los diferentes comportamientos”, afirma Tejedor.

Otra compañía que también ofrece servicios de escape room es la consultora de Recursos Humanos The Key Talent. Santiago Heredero, su director de Marketing y Comunicación, destaca esta modalidad “para los procesos de selección en las empresas y la evaluación del talento interno”. Además, la realidad aumentada en el servicio hace que este examen sea “más natural, porque el propio candidato se olvida de que está en un juego”, lo que aumenta el valor de las conclusiones que se puedan sacar.

Una fuente valiosa de datos

La gamificación, además, permite extraer una gran cantidad de datos sobre nuestros empleados (o clientes) que, bien analizados, facilitan la toma de decisiones e incluso la elaboración de perfiles. Tanto es así, que además de la clasificación en el propio juego, la compañía podrá configurar listas con aquellos que más destacan, por ejemplo, en talento, esfuerzo, trabajo en equipo… En Virtway, a las empresas “se les entregan los índices de participación y acciones llevadas a cabo por los participantes”, explica José Antonio Tejedor, para que a nivel interno se haga la evaluación. Y por su parte, Santiago Heredero nos ha contado que en The Key Talent elaboran “informes para cada uno de los participantes donde se explica cuáles son sus puntos fuertes y débiles”, a la vez que se traslada la información a las compañías de cara a la elaboración de los diferentes perfiles.