Depresión postvacacional: ¿Cómo superarla?

Aunque a muchos ya se le han olvidado los días de vacaciones, es cierto que septiembre es conocido por ser el mes de la vuelta: vuelta al cole, vuelta al trabajo... es decir, vuelta a la rutina. 

Tras encuestar a mil trabajadores españoles, Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco, ha llegado a la conclusión de que este año los empleados han sufrido o sufrirán más esta vuelta.

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En concreto, el 41% de los mismos reconoce sufrir este síndrome postvacacional, 4 puntos porcentuales más que el año anterior, mientras que el 59% restante, aunque dice no pasar por esta depresión sí confiesa haber tenido algún tipo de cuadro de fatiga y estrés en su vuelta. 

Para Gabriel Schwartz, director de Psicología Laboral, entidad argentina especializada en servicios de Recursos Humanos, es “algo exagerado hablar de depresión como tal ya que ésta es un cuadro clínico, es decir, una patología, mientras que los síntomas postvacacionales son más leves”.

Poca motivación, falta de concentración y hasta cierta empatía en cuanto a volver a las interacciones sociales propias del trabajo son algunos de los signos que describe Schwartz y cuyo grado dependerá del tiempo que se haya tomado cada uno de vacaciones. 

En esto coincide la división del Grupo Adecco, desde donde aseguran que esta situación es característica de los países en los que es habitual que los trabajadores disfruten de largos tiempos de descanso, como es el caso de España, cuyo período mínimo de vacaciones remuneradas es de 22 días por año, según el Banco Mundial.

Al contrario que el argentino, a juicio de Alberto Gavilán, director de Recursos Humanos de Adecco Staffing, este síndrome sí existe y presenta sensación de cansancio, empatía, dificultad para concentrarse, para conciliar el sueño, tristeza… algo que puede “hacer descender el nivel de productividad de los trabajadores durante los primeros días de la vuelta”.

¿Se puede prevenir?

Aunque es difícil establecer un perfil de trabajador concreto que tienda a sufrir esta depresión postvacacional, sí es cierto que existen ciertas características personales que son propensas a soportar este síndrome. 

En este sentido, los trabajadores que tienen una menor tolerancia a la frustración y que son menos resilientes son los más susceptibles de padecer depresión postvacacional.

Además, el entorno laboral es uno de los factores que también afecta de forma directa ya que aquellos que regresan a un entorno hostil, en el que deben lidiar con un jefe  incompetente, que no les valora o que no motiva lo suficiente a su equipo son más susceptibles.

Existen muchos consejos para prevenir esta situación, aunque para la entidad Lee Hecht Harrison, la clave radica en hacer que esta transición entre las vacaciones y el trabajo sea lo más leve y llevadera posible como retomar la rutina del sueño unos días antes o no volver a la oficina inmediatamente después de volver de vacaciones.

Lo que sí tiene claro el psicólogo argentino Gabriel Schwartz, es que los freelance “nos adaptamos mejor a combinar el ocio y el trabajo”.