Tres de cada cuatro personas aprueban la edición genética sólo para terapias

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Tres de cada cuatro personas aprobarían el uso de la edición genética en adultos sólo con fines terapéuticos, pero no para mejorar las capacidades humanas en los embriones, según un estudio basado en 11.700 opiniones de ciudadanos de diez países.

El estudio, en el que ha participado la directora del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Gema Revuelta, y que publica la revista 'Nature Biotechnology', se basa en una encuesta que planteaba varios escenarios para usar la técnica CRISPR/CAS9 de edición genética.

La investigación muestra que, en general, la sociedad apoyaría mayoritariamente el uso de la edición genética para tratar enfermedades, mientras que su uso para mejorar las capacidades cognitivas, como la memoria o la capacidad de aprendizaje, presenta más reticencias, especialmente en un uso en fase prenatal.

Desde su aparición en 2013 como herramienta de edición genética, la técnica CRISPR-CAS9 ha despertado muchas expectativas por su posible aplicación en humanos (enfermos y sanos) pero también se ha visto asociada a un debate de tipo ético.

"Con este estudio hemos explorado la opinión pública sobre el uso de la edición genética en personas", ha comentado Revuelta.

"Se trata de aplicar, sobre una tecnología tan prometedora como la edición genética, la Innovación e Investigación Responsables (RRI), un concepto impulsado por la CE y que busca poder tomar mejores decisiones en materia de I+D+I", ha añadido Revuelta.

"Los avances en la investigación y la tecnología deberían tener en cuenta la visión de los diferentes grupos sociales que puedan verse implicados o afectados, y esta ha sido la misión principal de nuestro estudio", ha dicho la investigadora.

El trabajo, liderado por George Gaskell, director del Instituto de Metodología de la Escuela de Economía de Londres, se basa en una encuesta en línea a 11.700 personas a las que se planteaban situaciones en las que se podrían aplicar la edición genética.

En concreto, se presentaban dos usos posibles: para curar enfermedades (edición genética terapéutica) o para mejorar las capacidades cognitivas como la memoria o la rapidez de aprendizaje (edición genética para la neuromillora).

Además, se planteaban dos receptores o momentos de aplicación diferentes de estas técnicas: en personas adultas o antes de nacer.

Las encuestas fueron hechas en Alemania, Austria, Dinamarca, España, EEUU, Hungría, Islandia, Italia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido (unas 1.000 personas por país).

Las respuestas muestran que, en general, los escenarios que presentaban edición genética terapéutica eran mejor aceptados que cuando se planteaba su uso para la neuromejora, y que el uso en adultos también se aceptaba mucho mejor que en fase prenatal.

Los resultados fueron similares en todos los países, aunque las respuestas en España, EEUU y Reino Unido fueron ligeramente más favorables.

El 75% de las opiniones sobre la terapia en adultos fueron positivas, con comentarios sobre las mejoras en la calidad de vida.

Para la terapia prenatal, el apoyo a la edición de genes también fue mayoritario, aunque disminuyó al 60%.

Las opiniones respecto a la edición genética para la neuromejora de adultos sólo dieron lugar a un 26% de comentarios positivos.

Los participantes mencionaron que "no hay necesidad", "estar dentro de la media está bien", y "podría haber riesgos o consecuencias desconocidas", mientras que la neuromejora prenatal sólo recibió un 11% de comentarios positivos.