EN CASTELLÓN

Un gay pide la intercesión del Papa tras ser apartado de una cofradía

Denuncia que, a pesar de su religiosidad, no se le ha permitido acceder a la junta directiva por ser homosexual y estar casado con un hombre

El papa Francisco, en la misa celebrada este jueves en el Vaticano.

El papa Francisco, en la misa celebrada este jueves en el Vaticano. / periodico

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El castellonense Javier Gimeno ha enviado una carta al papa Francisco para que interceda, después de tuviera que darse de baja de la Cofradía de Lledó porque no le dejaban acceder a la junta directiva por ser homosexual y estar casado con un hombre. El afectado solicita la mediación del Pontífice con el fin de que la cofradía "reconsidere su postura".

En la misiva, Gimeno, que es conocido en Castellón por ser la pareja del modisto Higinio Mateu, expone su situación y explica que la Cofradía de la Mare de Déu de Lledó, encargada de los festejos de la patrona de la ciudad, desestimó, pese a su reconocida religiosidad, su petición para ser miembro de la Junta Directiva por "ser homosexual y estar casado con un hombre".

Esta decisión generó un debate en la ciudad de Castellón y, según explica en la carta -a la que ha tenido acceso Efe-, tanto las personas allegadas al seno de la cofradía como la sociedad en general se decantaron por arroparle y darle su apoyo.

REFORMAS PAPALES

Gimeno recuerda al Papa sus manifestaciones respecto a los gais, en las que se negaba a juzgar a una persona por ser homosexual.

El castellonense recuerda que en estos tiempos existe un evidente alejamiento de la sociedad hacia la Iglesia por los numerosos casos de corrupción y pederastia. “Ahora que usted está poniendo su empeño por introducir reformas sustanciales en el seno de la Curia, nos salpica otro episodio profundamente lamentable como ha resultado mi caso por ser homosexual y estar casado con un hombre", denuncia en la carta.

Gimeno añade que, a lo largo de su vida, ha demostrado "su profunda religiosidad y amor por la Virgen María", y ha subrayado que, con la negativa a admitirlo como directivo, se ha "banalizado" su fe y su dignidad al haber sido sometido “a un escarnio público” que asegura no merecer.