La política policial de la Generalitat

La violencia policial deja en la cuerda floja al director de los Mossos

Manel Prat, director general de la Policia de la Generalitat.

Manel Prat, director general de la Policia de la Generalitat.

A. B.
BARCELONA

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El grave incidente ocurrido en el Raval puede dar la puntilla a la ya debilitada posición de Manel Prat como director general de la policía catalana. Al caso de Ester Quintana, a raíz del cual Prat se comprometió a dimitir si aparecía una prueba de que fue herida por una pelota de goma, se suma ahora la muerte de un detenido en el Raval tras ser inmovilizado por los Mossos. Ese hecho ha llevado al PSC a intentar que hoy en el Parlament se vote una petición de cese de Prat.

Para poder realizar la votación, el PP tendría que aceptar incluir en la moción que plantea sobre seguridad una enmienda del diputado del PSC Xavier Sabaté, algo que anoche aún no había decidido. Lo que está claro es que, por lo visto en las últimas comisiones de Interior, a favor del cese de Prat se posicionarían el PSC, ICV-EUiA y la CUP, y no se descarta que esa reprobación cuente con el respaldo del PP y de Ciutadans. La incógnita sería la postura de ERC, aliada parlamentaria de CiU.

Una moción del Parlament pidiendo el cese del convergente Prat, aunque no es vinculante, supondría una presión añadida para el conseller de Interior, el democristiano Ramon Espadaler. Incluso sin una reprobación parlamentaria, el papel de Prat como director general de la Policia parece amortizado. En algunos círculos de Interior, aunque se valora la modernización que ha acometido en la estructura de los Mossos d'Esquadra, se considera ya que su figura ha quedado demasiado deteriorada por polémicas actuaciones policiales. Además, Prat es un hombre de confianza del exconseller de Interior Felip Puig, que fue quien le colocó en el cargo, y apenas conocía a Espadaler cuando este llegó al departamento tras las últimas elecciones.

Part no sería el primer director de la Policia cesado. En el 2009, tras la violenta represión de la manifestación anti-Bolonia, cayó el entonces director general, Rafael Olmos.

El terremoto político causado por el incidente del Raval se produce a pocas horas de que hoy al mediodía se acabe el plazo para que los partidos presenten sus conclusiones a la comisión de orden público, en la que se decide el futuro de las pelotas de goma. Fuentes de CiU señalaron que aún no han terminado de redactar sus conclusiones. De hecho, ayer mismo hubo una reunión entre parlamentarios de CiU y de ERC. Los republicanos ya han manifestado su deseo de vetar las bolas y pretenden convencer a los convergentes de que apoyen esa prohibición.

Sin embargo, Interior no contempla la posibilidad de que los Mossos prescindan de las pelotas. Es por eso que desde el departamento se ha hecho saber al grupo parlamentario de CiU que, en sus conclusiones, no debe en ningún caso hacer un redactado que invite a pensar que la formación apoyará una resolución en que se pida al Parlament ese veto.