Cae la venta de T-10 tras la subida de precio

A finales de diciembre, cuando se anunciaron las nuevas tarifas para el transporte público, la Generalitat justificó la subida extraordinaria del título más usado, la T-10, para aumentar la aportación de los usuarios al deficitario sistema. También aseguró que querían «premiar» a los clientes habituales y que por eso rebajaban el precio de la T-Mes y la T-Trimestre. De momento, y a la luz de los datos revelados ayer, los usuarios han optado por el cambio promovido por la Conselleria de Territori i Sostenibilitat.

«Estamos en la buena dirección», sostuvo elconsellerLluís Recoder, tras anunciar el aumento de un 1,2% de pasajeros en toda la red catalana a lo largo del 2011, con un total de 990,3 millones de viajes. A continuación argumentó que habían detectado que la gente ha abandonado el transporte privado probablemente como consecuencia de la crisis económica y ha optado por el público. Esto también se confirma por el descenso del volumen de conductores en las autopistas de peaje, prosiguió Recoder.

El titular de Territori, acompañado por el director general de Transports i Mobilitat, Ricard Font, se felicitó por el crecimiento de clientes del pasado año, en la que se considera la segunda cifra más alta de la historia del sistema. La anterior fue en 2008, con 992,1 millones de viajes. El incremento es constante, prosiguió, porque los ciudadanos constatan que se trata de un sistema público de calidad.

TARIFAS QUE SE MANTIENEN / El incremento de los 8,25 euros a 9,25 en la T-10 aplicado en enero (un 12% más) no debería repetirse. El máximo responsable del sistema público de transporte sostuvo que no se prevén nuevas subidas. Además, subrayó, los usuarios se han trasvasado en enero a títulos de viaje de más duración, como la T-Trimestre --que ha aumentado el volumen de unidades vendidas un 87,89%--; la T-Mes --un 16,85% más-- o la T-50/30 --otro 6,43%--.

Ricard Font también valoró el descenso de usuarios en la red de Regionales de Catalunya (un 3,9% menos en 2011) pero descartó que responda a un mal servicio y lo atribuyó a un cambio de hábitos de los viajeros de Tarragona o Lleida que ahora usan los servicios Avant.