los afectados

Historias de náufragos

Unos vestían ropa de fiesta ¿la que lucían en la cena del 'Costa Concordia¿¿, otros un chándal que pocas veces se ajustaba a su talla, y los más, una mezcla ¿mujeres con tacones, medias y polar¿. Así, con lo puesto, y con bolsas de plástico a modo de bolso improvisado, pasajeros españoles relataron ayer el espanto del suceso mientras esperaban en hoteles de Roma la vuelta a casa. Sus relatos estremecen.

«Denunciaré al capitán por abandono»

Víctor Galán, con su madre, en el Hotel Hilton de Roma.

Víctor Galán, con su madre, en el Hotel Hilton de Roma.

MONTSE MARTÍNEZ / Roma

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Víctor aún tiene el rictus tenso. «Pánico, no, lo siguiente...», dice para expresar lo que vivió junto a su mujer y sus padres en el interior del crucero. Pensó que morían y por eso, en un momento ya de máxima tensión, tuvo que seguir con su mujer cuando sus padres quedaron colgados de una barandilla y atrapados entre una multitud histérica que pugnaba por salir.

«El caos de la evacuación fue absoluto», explica este alicantino que asegura que no se respetó nada. «No pasaron primero las mujeres y los niños y el capitán, lejos de ser el último en abandonar la nave, parece que se fue el primero». Asegura que presentará denuncia, primero, por todo lo que ha perdido y por los daños que le han causado. «Pero también denunciaré al capitán por abandono», explica. Él y su esposa quedaron atrapados en el interior del barco porque sus botes no podían bajar. «Rezaban, lloraban y gritaban», relata.