La visita pontificia

Confusión en Sagrada Família por el acceso al barrio ante el día del Papa

RAFA JULVE / NEUS TOMÀS / Barcelona

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No salir de casa a partir del sábado por la noche o pasar el fin de semana lejos de la Sagrada Família. Esta es la conclusión a la que han llegado muchos vecinos del templo de Gaudí para sobrellevar de la mejor manera posible el dispositivo de vigilancia y el montaje logístico en torno a la visita del Papa. Enfadados (por decirlo suavemente), los habitantes de la zona abominan no solo delmurode seguridad que los rodeará los próximos días. También denuncian «la falta de información» en cuestiones como la obligatoriedad de identificarse para poder acceder a sus domicilios o sus trabajos. Consultados por este diario, una treintena de ellos demostraron ayer un desconocimiento total sobre cuándo será necesario acreditar el arraigo en el barrio y sobre la documentación que deberán enseñar a la policía.

«¡Uy! A mí me han dicho que a partir del jueves me podrán pedir los papeles para entrar en casa», refunfuñaba en la calle de Sicília Maria Teresa Garcia. No sabía que le habían mentido. Lo que no se podrá hacer mañana es circular en coche por esa zona si el conductor no demuestra que es vecino o que quiere aparcar en un párking público. En cambio, los peatones podrán moverse por los aledaños de la Sagrada Família y los Mossos solo pedirán identificaciones entre las 0.00 y las 14.00 horas del domingo y en determinadas áreas, por mucho que Eduard y Sara Ripoll pensaran que la policía les podría cortar el paso desde el viernes. «Es que no nos han informado como Dios manda. El cartel que han colgado en el portal de nuestro piso y la carta que nos enviaron no lo dejan claro», se excusaban.

DOCUMENTACIÓN VARIADA / El DNI, el pasaporte, un justificante de empadronamiento, los papeles del alquiler del piso o una factura a nombre del residente bastarán para que los vecinos puedan llegar a su casa. «Nosotros no tendremos inconvenientes. Sin embargo, mi hermana ha descartado venir este fin de semana desde Palma y lo hará el siguiente para no encontrarse con el jaleo. Yo tampoco sacaré el coche durante esos días para evitarme problemas. Dicho esto, el ayuntamiento no nos ha informado correctamente. Desconozco si podré invitar a unos amigos o familiares», espetaba Mercè Màñez, que vive en Sicília con Mallorca.

Tampoco lo tenían claro en el 010, donde un telefonista aseguraba erróneamente que las identificaciones se pedirían desde el sábado por la mañana y que no podría invitarse a nadie. Según este operador, ni siquiera podría pasar «una persona que viva en casa de su pareja y que no esté empadronada allí». Falsedad que fuentes de la organización aclararon de la siguiente manera: ante supuestos como los anteriores, los agentes autonómicos pedirán el DNI, el carnet de conducir o el pasaporte a la persona que quiera entrar. Comprobarán que no tenga antecedentes penales y decidirán si ese ciudadano puede pasar tranquilamente, si tiene que llamar a su anfitrión para que vaya a buscarlo o si un policía le acompaña al domicilio donde dice que le esperan. Todo ello con una advertencia clara: a medida que se acerque la hora de llegada del Papa a la Sagrada Família (las 9.30 horas) será más difícil que estas personas puedan acceder (pasadas las 7.30, no valdrá la pena intentarlo).

LOS TRABAJADORES / La misma advertencia servirá para los empleados de la zona. «Hasta ayer [por el lunes], no recibimos una carta del ayuntamiento en la que nos explicaban la documentación necesaria -se quejaba César Rodríguez, gerente del Domino's Pizza que hay junto a la Sagrada Família-. La información ha sido nefasta. Incluso algunos vecinos vienen aquí a preguntarnos porque desconocen datos clave».

MIEDO A LOS DISTURBIOS / Y mientras el dispositivo de seguridad de la Sagrada Família aún es etéreo para los ciudadanos, el titular de Interior, Joan Saura, informó ayer a sus compañeros del Govern de una de las preocupaciones más acuciantes para las fuerzas policiales. Aunque no exista «ningún indicio», los Mossos están en alerta ante la posibilidad de que grupos antisistema quieran aprovechar la proyección internacional de la visita del Pontífice para causar disturbios. Saura explicó que habrá 4.000 agentes de los Mossos en la calle (incluidos los aspirantes a agente), uno por cada cinco metros del recorrido. Y algunos de ellos se encargarán de formar el cordón paralelo al vehículo en el que se desplazará Benedicto XVI.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, serán los encargados de recibir en nombre del Govern al Papa. Elconsellerde Política Territorial, Joaquim Nadal, que ayer actuó como portavoz del Ejecutivo, destacó que la visita del Pontífice tiene «un interés general» que va más allá del que suscite para la comunidad católica, e insistió en que el Govern trabaja para que se desarrolle con máxima normalidad.