INQUIETUD ENTRE LOS PROFESIONALES

Los científicos exigen que se esclarezca con rigor la infección

Alertan de que un mal cierre del caso socavaría la fiabilidad de la sanidad española

Un cámara de televisión filma el exterior del Hospital Carlos III de Madrid, este lunes.

Un cámara de televisión filma el exterior del Hospital Carlos III de Madrid, este lunes. / PH/KR

À. G. / BARCELONA

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Preocupa que sea el primer contagio de ébola que se registra fuera de África, y que ese nefasto precedente afecte a la confianza que hasta ahora inspiraba la asistencia sanitaria española, con sus evidentes diferencias comunitarias. Y preocupa que el episodio se cierre sin tener perfectamente documentado el proceso que condujo a la infección por el virus hemorrágico de una auxiliar en un hospital de máximo nivel de Madrid. Microbiólogos, epidemiólogos y especialistas en infecciones exigen que el caso se investigue con criterio «científico», que se localice el fallo causante del contagio y que esta información se publique.

«Es imprescindible saber qué ha sucedido, que esa investigación sea rigurosa y exhaustiva -advirtió ayer Tomás Pumarola, responsable del servicio de microbiología del Hospital del Vall d'Hebron-. Por exigencia profesional, y porque si no llegamos a saber exactamente qué ha sucedido será muy difícil impedir que vuelva a ocurrir». «Hay mucha preocupación -añadió-. Este episodio nos puede marcar el futuro».

En el mismo sentido se expresó Antoni Trilla, responsable de control epidemiológico en el Hospital  Clínic, que, sin poder explicarse qué pudo suceder -«el Hospital Carlos III dispone de material correcto», insistió-, apuntó al momento en que la sanitaria salió de la habitación del religioso enfermo de ébola, al que atendió en septiembre en dicho centro, una vez ya fallecido.

MUY DIFÍCIL / «Es muy difícil quitarse el traje de aislamiento, y cualquier fallo en ese proceso puede ser fatal», dijo Trilla.  En ese manejo, la sanitaria debió ser ayudada por otra persona, que sin duda aportará información sobre lo sucedido, añadió. La preocupación en el mundo científico ha llegado más lejos y no faltan quienes cuestionan que el Gobierno español tomara la decisión de trasladar a España a dos religiosos infectados por el ébola en la fase avanzada de la enfermedad. «No existe vacuna ni tratamiento contra el ébola, y España no dispone de hospitales con el nivel de seguridad que exige este virus -difundió ayer el biólogo José María Landete, del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias-. Esos motivos son suficientes para no traer a pacientes infectados por el ébola a una ciudad donde vivimos más de cinco millones de personas. El Gobierno ha puesto en peligro la vida de una ciudad».

El control e investigación exigidos debe incluir, indicaron, un adecuado seguimiento de las personas que han estado en contacto con la enferma, sus familiares, sus compañeros de trabajo y quienes la atendieron antes de que se declarara la alerta sanitaria ahora en vigor.

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