CITA EN BARCELONA

El PSOE y ERC dan pasos para una negociación entre gobiernos

Reunión entre el PSOE y ERC en la sede de la AMB, en Barcelona

Reunión entre el PSOE y ERC en la sede de la AMB, en Barcelona. / periodico

Juan Ruiz Sierra / Xabi Barrena / Iolanda Mármol

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El PSOE y ERC se reunieron este martes durante más de dos horas en Barcelona y no dijeron cuándo ni dónde pensaban volver a verse. La ausencia de una nueva convocatoria puede interpretarse como un mala señal sobre las posibilidades de un pacto para que los republicanos se abstengan en la investidura de Pedro Sánchez, pero ambos partidos señalan que no, al contrario, que las negociaciones "avanzan". A partir de ahora se pasará a una fase más discreta, con encuentros fuera del foco, para intentar sellar un acuerdo que no llegará en diciembre, porque los republicanos necesitan tiempo para tomar la decisión, y cuyo principal escollo sigue siendo cómo estructurar la "mesa de negociación" sobre el "conflicto político" en Catalunya que reclama la formación de Oriol Junqueras.

Hasta ahora, los socialistas habían rechazado que ese foro fuese entre gobiernos, como quería ERC. La propuesta de Sánchez pasaba por una mesa entre partidos, vehiculando las relaciones entre el Ejecutivo central y la Generalitat a través de la comisión bilateral prevista del Estatut, un organismo que no gusta a los republicanos porque está pensado para abordar asuntos menores, como los conflictos de competencias, y no para una crisis territorial de esta envergadura. Pero aquí también hay movimientos. ERC asegura que el PSOE empieza a abrazar la idea de una negociación entre gobiernos. Los socialistas no lo niegan. "Estamos trabajando en una fórmula", señalan.

Ambas partes, de momento, se remiten a los escuetos comunicados conjuntos que difunden tras cada una de sus reuniones. El último es aún más parco en palabras que los anteriores. "Constatamos avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña, que deseamos abordar desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo", señaló esta vez el texto. Más allá de "constatar" los "avances", la única parte novedosa respecto a los comunicados anteriores consiste en la mención al "respeto y el reconocimiento institucional mutuo", una vaga fórmula que alude a esa hipotética mesa de negociación.

Las previsiones

Los socialistas, en privado, y siempre con la boca pequeña, anticipan que habrá acuerdo. Reconocen que la abstención en la investidura de Sánchez no es una decisión fácil para ERC, debido a la presión que ejerce JXCat para frustrar el pacto, las distintas sensibilidades que conviven dentro de la formación de Junqueras y la posibilidad de que Quim Torra convoque elecciones en Catalunya. Pero están seguros de que la otra alternativa que tienen ante sí los republicanos, votar en contra de la reelección del presidente en funciones junto a la derecha y provocar una nueva repetición de las generales, es todavía más complicada.

Se trata del mismo argumento que el PSOE usaba cuando daba por hecho a principios de año que habría Presupuestos, y el vaticinio falló, al rechazar ERC las cuentas. Pero los socialistas responden que ahora las circunstancias son distintas, porque Vox continúa creciendo y los republicanos no pueden permitirse aparecer como responsables del auge de la ultraderecha.

La visión de ERC difiere en los matices. "Todo a la espera", señalan en la sede de la calle de Calàbria, en una de las tardes más crípticas que se recuerdan en la pequeña historia de la comunicación republicana. Con todo, fuentes conocedoras de las negociaciones confirmaron que se dan pasos hacia la mesa de gobiernos y que el principal escollo es la pretensión del PSOE de que coser este nuevo "instrumento", en el lenguaje de la negociación, a alguna institución o ente.

Ambas partes, en cualquier caso, coinciden en que hay avances, que cada reunión sirve para acercarse un poco más al pacto. Lo que no cambia, se celebren los encuentros en Madrid o en Barcelona, es el oscurantismo que los rodea. Esta vez, tras la cita en la sede del Gobierno del Área Metropolitana de Barcelona, los negociadores de uno y otro partido se escaparon por el aparcamiento, evitando así dar cualquier explicación sobre lo que había ocurrido dentro.