40.000 manifestantes acorralan la operación de la Guardia Civil en la 'conselleria' de Economia

Guillem Sànchez / Júlia Regué / Barcelona

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Frente a la ‘conselleria’ de Economía se han agolpado este miércoles 40.000 independentistas, según la Guardia Urbana de Barcelona, para protestar contra la marcoperación de la Guardia Civil contra el referéndum.

La comitiva judicial, al entrar en la sede del Govern a primera hora de la mañana, ha dejado en la puerta a solo dos agentes antidisturbios del instituto armado. Sobre la acera se han quedado aparcados los dos todoterrenos con los que se han desplazado hasta este edificio de la Generalitat ubicado en la Rambla de Catalunya. Los dos policías han sido protegidos por un fino cordón de Mossos d’Esquadra. Los dos coches, que iban a servir para trasladar a algunos de los detenidos y el material incautado cuando finalizara el registro, han sido -literalmente- aplastados por la multitud. Manifestantes y fotógrafos los han usado como púlpito. Los primeros para lanzar sus proclamas y los segundos para inmortalizar todo lo que entraba y salía por esa puerta, por la que hoy parecía estar transitando la historia catalana.

Tanta gente se ha reunido frente a la entrada principal de Economía que los móviles han dejado de funcionar. Y alcanzarla era una odisea hasta que voluntarios de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) han creado un pasadizo por el que han circulado protagonistas como el vicepresident Oriol Junqueras, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell o los líderes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Desde la azotea del edificio de Economia se ha desplegado -no sin mucho esfuerzo- una pancarta gigantesca que rezaba "Welcome to the catalan republic" (bienvenidos a la república catalana). En el mismo sentido iba uno de los cánticos más coreados: "Aquí empieza nuestra independencia". Eso se respiraba en la movilización, que vivía como una victoria una respuesta popular que ha acorralado en el interior de la 'conselleria', por abrumadora mayoría, a los policías que habían detenido a 14 cargos públicos.

No apto para diabéticos

Sobre las cuatro de la tarde, una mujer se abría paso tímidamente sosteniendo un clavel en una mano. "Está muy difícil llegar hasta la puerta", le han desanimado cuando le quedaban pocos metros. "Si es para tirar la flor, lánzela desde aquí", le han aconsejado. "Voy a buscar a mi marido, que es diabético y lleva ocho horas sin comer nada y se va a poner mal", ha aclarado. La gente ha colaborado con el tierno rescate. A los pocos minutos, la mujer ha regresado arrastrando a un hombre cabizbajo, que parecía haber aceptado a regañadientes que su esposa tenía razón. No se ha marchado casi nadie más. Al contrario, la marea de esteladas y los gritos de "Votarem!" han crecido exponencialmente durante la tarde. Y la presión frente a la puerta de Economia, ha seguido aumentando.

¿Nos gustan los Mossos?

Los Mossos d’Esquadra han andado sobre un alambre durante toda la jornada. "¿Aún nos gustan los Mossos?", se ha preguntado a viva voz una mujer entre la multitud. "Shhhh, no es el momento", le han espetado desde la lejanía. Increpados momentáneamente con gritos de "no os merecéis la senyera que lleváis" cuando se han colocado frente a los guardias civiles, han pasado desapercibidos durante casi toda la joranda, hasta que ha terminado el registro policial en la ‘conselleria’. Entonces los agentes antidisturbios catalanes han creado un cordón policial para proteger la salida de la comitiva judicial. Al cierre de esta edición, ni los manifesantes se habían ido ni la Guardia Civil había abandonado la 'conselleria'. 

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