la investigación de los ATENTADOS

La célula esperaba a que se secaran los explosivos para atentar contra la Sagrada Família

Los Mossos presentes en las inmediaciones de la Sagrada Familia.

Los Mossos presentes en las inmediaciones de la Sagrada Familia. / periodico

Ángeles Vázquez / Madrid

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La persona viva más próxima a los terroristas de Ripoll era Mohamed Houli Chemial. Por eso estaba con ellos cuando estalló el chalet de Alcanar en el que la célula preparaba explosivos. Él tuvo más suerte que el imán Abdelbaki Es Satty Youssef Aalla (hermano de uno de los cinco yihadistas abatidos por los Mossos en Cambrils y del único detenido que ha quedado en libertad), muertos en la explosión, y solo resultó herido. De ahí que su declaración ante los Mossos, que el martes ratificó ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, resulte tan importante. En ella afirma que sus amigos le dijeron que los explosivos para atentar contra monumentos e iglesias, entre los que solo citó la Sagrada Família, no estaban listos porque se tenían que secar. El templo de Gaudí aparecía junto a otros iconos internacionales en un montaje que Estado Islámico difundió en agosto del 2016 para señalar objetivos del yihadismo.

Explicó que le habían dicho que para el islam destruir monumentos e iglesias está bien y que él es un ignorante del islam y no sabía si era así. Según su declaración, le dijeron que los explosivos no estaban listos, porque debían secarse antes de meterlos en las furgonetas. Fuentes presentes en la declaración aseguran que ante el juez fue una persona que se limitó a responder con monosílabos o palabras sueltas a las preguntas que se le hacían, dirigidas a ratificar las declaraciones que hizo a los Mossos.

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Remisión de la causa de Alcanar

Por su parte, el Juzgado de Instrucción número 2 de Amposta ha remitido ya a la Audiencia Nacional las actuaciones que abrió tras la explosión de la casa de la urbanización Montecarlo. Son las diligencias abiertas cuando se pensaba que el incidente se debía a una acumulación de gas o a un laboratorio de drogas, por el fuerte olor a acetona que había.

Según fuentes de la investigación, este producto, utilizado para fabricar el explosivo característico del Estado Islámico, denominado 'madre de Satán', se utiliza también para cortar cocaína, por lo que es fácilmente comprensible que los primeros agentes que se acercaron al lugar lo relacionaran con drogas.

Cinturón explosivo real

La explosición no se vinculó con el atentado de la Rambla hasta que en la furgoneta que causó 13 muertos y más de un centenar de heridos se encontró la documentación de Houli, que se encontraba ingresado en el hospital de Tortosa.

Durante una segunda inspección de la vivienda de Alcanar se produjo una nueva explosión que causó heridas a mossos y bomberos que participaban en ella. De ahí que las labores de investigación se estén desarrollando con sumo cuidado y hasta el martes no se haya descubierto entre los escombros un cinturón de explosivos real, a diferencia de los que llevaban los terroristas abatidos en Cambrils y Subirats que eran simulados y solo pretendían causar el terror y provocar la paralización de los agentes que fueran a detenerles. En su interrogatorio, Houli dijo que desde hacía dos meses sabía que el imán tenía intención de inmolarse, lo que ha resultado corroborado por el último hallazgo.

En taxi a Ripoll

El juez Fernando Andreu envió a prisión este martes a los dos detenidos con una mayor participación: Houli, que ingresó en la de Alcalá de Henares, y Driss Oukabir, hermano mayor de Moussa, otro de los abatidos en Cambrils, en la de Soto del Real. Se les imputa integración en organización terrorista y asesinatos y lesiones terroristas, y al primero, también, depósito de explosivos y estragos.

Oukabir alquiló la furgoneta de la Rambla, pero la investigación deberá determinar su participación real en el atentado, porque él no estuvo en ninguno de los ataques. Aparentemente se limitó a alquilar el vehículo al ser necesario tener más de 25 años. Su hermano Moussa solo tenía 17 y los otros integrantes de la célula tampoco llegaban a esa edad, excepción hecha del imán.

La resolución prorrogó la detención de Salah El Karib durante 72 horas para comprobar la versión que ofreció de que realiza compras en internet para clientes de su locutorio sin tarjeta de crédito a cambio de una pequeña comisión. Cuando se examine la documentación intervenida el magistrado decidirá qué medida cautelar adopta.

El que hacia las 10 de la noche del martes quedó en libertad fue Mohamed Aalla, que cogió un taxi para que le llevara a Ripoll, a 647 kilómetros de la capital. Aalla fue detenido cuando se personó en comisaría para informar de que el coche que había visto en la televisión tras el atentado de Cambrils estaba a su nombre, pero era de su hermano. Ante el juez lo justificó por el seguro, ya que al ser él mayor le salía más barato.