Iglesias: "La corrupción no es una cuestión de manzanas podridas, sino una forma de Gobierno"

La nueva ley que limita las instrucciones judiciales a seis meses ha centrado el acto matinal de campaña de Podemos, cuyo líder Pablo Iglesias ha arremetido en Málaga contra las formas legales de corrupción y la nula independencia de jueces y fiscales. “La corrupción no es una cuestión de manzanas podridas, sino una forma de gobierno”, ha clamado, para referirse a continuación a su encontronazo el pasado jueves con la vicepresidenta del Congreso Celia Villalobos. “Celia, nosotros a los corruptos les seguiremos llamando corruptos con total tranquilidad”, ha dicho.

Iglesias ha estado acompañado por la jueza Victoria Rosell, que ocuparía la cartera de Justicia si la formación morada gana las elecciones y que ha sido denunciada por injurias por el ministro de Industria José Manuel Soria, al que acusó de instigar la denuncia anónima que ha llevado a la Fiscalía a investigarla por supuestas faltas disciplinarias. Ante ella, ha lamentado que “se persiga a los jueces que deciden meterse en política”, y ha calificado de “vergonzoso” que, como instantes antes denunció la magistrada, los pinchazos de teléfono o los registros de instituciones o cargos públicos sean conocidos con anterioridad por los afectados. Así, aseveró que tras conocerse que Rosell le acompañaría en sus listas “algunos se pusieron muy nerviosos porque saben que podemos ganar” y porque “vamos a llegar a La Moncloa con escobas y fregonas para limpiar tanta corrupción y mentira”.

CONTRA LAS PUERTAS GIRATORIAS

Constantemente interrumpido por gritos de “presidente, presidente”, o “sí se puede”, Iglesias ha vuelto a desgranar las cinco grandes reformas constitucionales que aprobará si gana el próximo 20 de diciembre, con especial atención a la materia judicial. “La Constitución debe garantizar la independencia de la justicia porque la democracia es más fuerte con jueces y fiscales independientes”. Ha reprochado que Villalobos (PP) considerara que la corrupción es algo normal. “No te compares con nuestro país, los taxistas o fontaneros no son corruptos, ustedes sí”, ha dicho parafraseando su encuentro en la Cámara baja el jueves a cuenta de la corrupción.

Así, el líder de Podemos ha criticado que la corrupción es una forma de gobierno que “permite que mande quien no se presenta”, señalando formas de corrupción consideradas legales como las puertas giratorias, en las que los beneficiados no acaban defendiendo los intereses de los ciudadanos. Por eso, ha anunciado su intención de consagrar en la Carta Magna la prohibición de este tipo de prácticas, “y que así se te quite la vergüenza, Pedro Sánchez, de tener políticos que se sientan en los consejos de administración”. “Que no, que no, que no nos representan”, celebró el millar de asistentes, a los que recordó que la corrupción, “tiene cifras, 48.000 millones de euros según la Comisión Nacional del Mercado de Valores”. Así, aseguró que los 500 millones en los que cifró la operación Púnica del PP de Madrid son equivalentes a 83.000 plazas universitarias.

UNA NUEVA TRANSICIÓN

Con las encuestas pronosticando que no formarán gobierno, Iglesias ha pedido un “esfuerzo más” para contrarrestar esos sondeos, y ha aludido al espíritu del 15M que inspiró la formación de su partido y “abrió el camino a una nueva Transición”. En este punto, ha alabado los logros de la Constitución en la época en la que se llevó a cabo porque “logró avances democráticos importantes” y “subordinó la riqueza al interés general”. No obstante, ha reivindicado la necesidad de actualizarla, cargando contra quienes intentan apropiarse de ese viento constituyente “que llevaron a cabo nuestros padres y abuelos” y “las elites democráticas y los corruptos que traicionaron ese pacto”. “Estamos orgullosos de ese excedente democrático que llevamos en nuestro ADN”, ha dicho, “y que es la clave del cambio” con el que Podemos aspira a construir el futuro del país. “No queremos ser un partido político más, sino el instrumento de lo mejor de este país, su gente”, ha concluido