LA ENCRUCIJADA NACIONALISTA

Las líneas rojas de Unió chocan con la hoja de ruta de CDC y ERC

Josep Antoni Duran Lleida flanqueado por Ramon Espadaler y Joana Ortega, este martes, 2 de junio, durante la reunión del comité de gobierno de Unió.

Josep Antoni Duran Lleida flanqueado por Ramon Espadaler y Joana Ortega, este martes, 2 de junio, durante la reunión del comité de gobierno de Unió.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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Negros nubarrones se ciernen sobre el soberanismo catalán. Y la casi total seguridad de que la tormenta acabará por arreciar, ya sea sobre la relación entre Unió y Convergència. o bien, si se logra desplazar, sobre la federación y ERC. Los democristianos han presentado su propuesta de hoja de ruta cara al 27-S, la que llevarán, en caso de que la militancia le dé su apoyo en la consulta del 14 de junio, al seno de la federación. La propuesta, formulada como pregunta, "es clara, pero compleja", reconoció el secretario general de Unió, Ramon Espadaler, y consta de seis puntos que delimitan las líneas rojas que dibujan los democristianos en el tablero soberanista. Y en cuatro de estos seis puntos choca violentamente con el preacuerdo de hoja de ruta suscrito entre Convergència y Esquerra.

"Con el anuncio de las elecciones para septiembre, el 'president' Artur Mas emplazó a los partidos a posicionarse en cuanto al proceso", empezó diciendo Espadaler en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva del partido. Como viene siendo habitual, el líder de los democristianos, Josep Antoni Duran Lleida, no compareció.

LA TEXTUALIDAD

¿Y cuál es la posición de Unió? La siguiente pregunta a la militancia: "¿Queréis que Unió continúe con su compromiso con el proceso, desde el catalanismo integrador y de acuerdo con los siguientes criterios?" A saber: "Sin renunciar ni poner límites a la aspiración de la plena soberanía para Catalunya". Se soslaya, por tanto, el término "independencia" en una formulación en la que cabe todo, la secesión, sí, también la confederación. "Una y otra son meros instrumentos", dijo Espadaler, como diciendo que, tras dos años de proceso independentista, la secesión o no es lo de menos. Primer choque con la hoja de ruta pactada entre CDC y ERC.

"Tomando todas las decisiones [...] de manera que goce de la mayoría de votos de la ciudadanía". Tanto Convergència como Esquerra sostienen que la hora de contar votos pasó con el no permitido referéndum. Como no hay otra que hacer la consulta a través de unas elecciones parlamentarias, lo que se debe contar son diputados, que es como se dirimen los vencedores y vencidos en este tipo de comicios. Segundo revés.

"Gestionando el proceso desde el diálogo entre el Gobierno de Catalunya y el de España". Decir eso en una propuesta de consumo interno catalán, en la que Mariano Rajoy no cuenta como remitente, es tanto como decir que Artur Mas, el socio de Unió, no ha hecho lo suficiente para llevar a cabo ese diálogo. Y , además, en la hoja de ruta republicano-convergente deja claro que, a partir del 27-S, el diálogo con el Estado solo se dará para pactar las condiciones de la secesión. Tercer choque, con pescozón al 'president' incluido.

"[...] excluyendo una eventual declaración unilateral de independencia". Torpedo a la viga maestra del texto de CDC y ERC, que propone una primera declaración, nada más constituirse el nuevo Parlament y la definitiva, 18 meses después.

Si sirve de consuelo a los convergentes, en los dos últimos puntos (sobre la permanencia de Catalunya en la UE y sobre la cohesión social y territorial) no se rompe la vajilla.

La pregunta, además, no contó con el apoyo unánime, ni mucho menos, del comité de gobierno democristiano. Votaron a favor 17 de los 27 miembros, lo que pone cerca del 40% a los contrarios (nueve opositores frontales y una abstención). Entre estos nueve, claro está, el sector independentista que hace unas semanas reclamó, mediante un manifiesto que logró un millar de firmas, que la pregunta a la militancia de Unió fuera clara y concisa y preguntara sobre la secesión. Las cabezas visibles de este sector son la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, y su antecesor, Joan Rigol. Duran mostró su "desencanto" el pasado viernes por el proceder de los independentistas.

JOCOSIDAD REPUBLICANA

En Esquerra una voz calificó jocosamente la pregunta de Unió de "curiosa". Otra, en un tono menos divertido, la tildó de "indescriptible". Con todo, la sensación es de que al final la anunciada tormenta entre CDC y Unió se quedará, como tantas otras veces, en agua de borrajas. "La experiencia es un grado", afirmó una incrédula fuente republicana.

Según detalló Espadaler, el 14 de juniom casi 5.000 militantes están convocados a las urnas. Si se aprueba la propuesta de la dirección, Unió planteará su posición a su hermano mayor, dentro de la federación. Y si alguien tiene yoduro de plata con la que disipar la tormenta, que la vaya sacando del almacén.