Marjayoun, los ojos de España en el polvorín del Líbano

MAYKA NAVARRO / JOSÉ LUIS ROCA / Marjayoun (Enviados especiales)

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El Líbano es un polvorín en el que parece que no pasa nada, pero rodeado de pirómanos con antorchas encendidas que en cualquier momento te la lían”. La frase es de un teniente coronel español que, como el resto del contingente de laBrigada de Caballería Castillejos II, con sede en Zaragoza, a lo largo de este mes regresará a su casa, tras cinco meses de misión en el sur del país.

El relevo llegará con un33% menos de efectivos. Una reducción forzada por lacrisis económica española, pero que se produce en un momento crítico para el Líbano, ante el temor de que la sangrienta guerra en la vecina Siria acabe contagiando su frágilpolítica interna.

Desde el 2006

España llegó al sur del Líbano enseptiembre del 2006, después de la última guerra conIsrael. Y junto a Francia e Italia se ha convertido en el principal contribuyente de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano (Unifil).

Hasta ahora, la misión del cerca de millar deboinas azules españolas ha sido evitar y prevenir que cualquier incidente menor que pudiera surgir a lo largo de los 63 kilómetros de laBlue Line --la demarcación imaginaria divide Israel y el Líbano-- no desencadenará en unconflicto mayor, o incluso en una nueva guerra. A pesar de toda esta presencia militar, no ha habido ni un solo día desde el 2006 sin incidentes, aunque la presencia de la ONU ha podido minimizar susconsecuencias.

Tensión creciente

La incógnita es qué puede pasar a partir de ahora, y si el Líbano e Israel serán capaces de mantener la inviolabilidad de sus fronteras, a pesar de la creciente tensión en la zona y de la nuevaofensivaisraelí en Gaza.

El asesinato del jefe de los servicios de inteligencia de la policía libanesa, Wissam al Hassan, en un atentado en el centro de Beirut hace dos semanas, sacudió la capital e hizo temer en un nuevo conflicto en una población hastiada de guerra.

Para muchos, el asesinato deHassanfue una clara respuesta del régimen sirio de Bashar el Asad y de Hizbulá a las investigaciones policiales de la víctima, que vinculó a los que presuntamente ahora le mataron con el atentado que, en febrero del 2005, costó la vida al primer ministro libanésRafik al Hariri.

Tres muertos

Para complicar las cosas, esta misma semana, en la ciudad de Sidón, a medio camino entre Beirut y Marjayoun, choques sectarios entre un grupo islámico suní y otro chií provocaron tres muertos.

Y toda esa tensión se palpa tras los muros de la imponente base militar española Miguel de Cervantes, en Marjayoun. La instalación empezó a construirse en el 2006, y seis años después se ha convertido en la joya estratégica y logística de losmilitares españoles en el exterior.

Cuidada y mimada al detalle, el recinto cuenta con todo lo que un militar puede necesitar en el exterior. Suposición estratégica privilegiada permite avistar los días sin niebla hasta las antenas de los puestos israelís en losAltos del Golán.

Desprotegido

Este martes la visitó la nueva embajadora de España en el Líbano,Milagros Hernández, quien acompañada por el general Manuel Romero Carril, presidió un acto de entrega de productos farmacéuticos en las poblaciones más desprotegidas de la zona.

Allí, la embajadora tuvo que responder a las preguntas de los medios locales sobre el inicio de la marcha de losmilitares españoles. ¿Están preocupados porque nos vamos? "Es normal. Están preocupados los de aquí, y los de allí", dijo en relación a Israel.

Reducción

Pero añadió sin pestañear y en presencia del general que asentía: “La situación en el Líbano es complicada, pero lo tienen que entender. No podemos explicar a nuestra población en España a la que se le está reduciendo en sanidad y educación, por falta de recursos, que lasoperaciones de paz no se reduzcan también un poco”. De momento, esta del Líbano en un 33%.