Al contrataque

La hora de Iniciativa

Dolors Camats, Sara Vila y Joan Herrera en el acto central de la última campaña electoral.

Dolors Camats, Sara Vila y Joan Herrera en el acto central de la última campaña electoral. / periodico

ERNEST FOLCH

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¿Recuerdan aquella viejasociovergenciacon que soñaba elestablishment? Por suerte, es una palabra definitivamente caducada. En la política catalana, la única realidad es que los grandes partidos han perdido peso y ya no es imaginable cambiar el país en un solo despacho: he aquí una gran noticia. Esta compleja coyuntura ha llevado a lospartidos pequeños a tener un papel cada vez más importante, y un ejemplo del cambio de paradigma es el peso creciente de Iniciativa, no hace mucho un partido irrelevante, incluso cuando gobernaba. En la última campaña,Artur Masintuyó el papel creciente de los ecosocialistas cuando, al terminar el debate de TV-3, corrió a felicitar aJoan Herreray lo designópor lo bajinijefe real de la oposición. La formación ha sabido renovarse, y de la mano de gente con talento comoDolors CamatsoRaül Romeva,ha vuelto a explicar las injusticias de siempre pero esta vez sin el tono de superioridad moral que ha condenado tantas veces a una buena parte de la izquierda. Han hablado claro y se les ha entendido lo que un PSC confuso y desgastado ha sido incapaz de expresar, que no es más que el necesario discurso contra las desigualdades en una época de recortes salvajes. En el proceso catalán, los últimos acontecimientos le han dado la razón: Iniciativa fue el primer partido en denunciar que la negociación debía ser abierta desde el principio, y la petición ha obligado ERC y CiU a rectificar claramente su postura inicial. Luego pidió que no se confundiera con razón el derecho a decidir con la independencia, y ha conseguido que se suprimiera la referencia al Estado propio justamente para sumar más adhesiones. Y es que, guste o no, ICV es en estos momento una fuerza clave. Ha obligado a ERC a marcar su E y de sus movimientos estos días dependerá en buena medida la posición final del PSC, que la mira de reojo, no con el paternalismo de siempre sino como la gran amenaza que ya es: el última encuesta de intención de voto en la ciudad de Barcelona, ICV superaba al PSC por primera vez en la historia.

La cuestión nacional

Muchas voces siguen criticando a Iniciativa su indefinición en la cuestión nacional, seguramente porque no han leído el documento enmendado que han presentado esta semana: hace muy pocos años era impensable que redactaran un texto tan inequívocamente soberanista. Colocarla en el mismo bloque que el PSC es injusto además de falso, y responde a un estereotipo antiguo. El esencialismo que no le reconoce el camino recorrido es justamente el que puede dificultar un acuerdo que por definición estará lleno de renuncias y complejidades.

Pero esta nueva Iniciativa deberá hacer también sus deberes. Le tocará ante todo comenzar a ser más generosa: si te pasas años reclamando el impuesto de sucesiones, es tacaño no reconocer la rectificación a tus rivales políticos. Y no vale no asumir riesgos y estar siempre a la contra. Le ha llegado la hora de decir un sí bien alto y sin ambigüedades. Es la hora de Iniciativa.