Desconfianza hacia la petroquímica

La industria petroquímica tiene una enorme relevancia por su magnitud en la economía. En el caso de Tarragona, supone 10.000 puestos de trabajo y el 0,75% de la producción mundial. Es, por tanto, un sector estratégico al que no es posible obviar. Prueba de ello son los sucesivos pactos de desarrollo económico firmados por las administraciones implicadas y las industrias instaladas en la zona tarraconense. Sin embargo, esta actividad productiva conlleva una serie de riesgos que en los últimos años han desencadenado alarmas en las comarcas del sur de Catalu-nya. A pesar de la mejora de los estándares de seguridad y de la relevante disminución de la siniestralidad laboral, los ciudadanos viven en una situación de intranquilidad y desconfianza permanente hacia estas industrias, abonado por episodios como el último vertido de fuel en el puerto y en aguas abiertas.

Es probable que este estado de ánimo tenga mucho que ver con el hecho de que están por resolver aspectos tan relevantes como la transparencia informativa en situaciones de riesgo, la colaboración efectiva entre el sector público y el privado y la existencia de una auténtica estrategia de gestión territorial preventiva.

El hecho de no identificar de modo inmediato la autoría o responsabilidad de un siniestro no hace más que generar una elevada percepción de riesgo en la opinión pública. La prevención, para ser efectiva, debe ir acompañada de elevados niveles de transparencia. La cooperación entre el ámbito público y privado en la prevención y gestión de emergencias debería redundar en la actualización y modernización de las estructuras vinculadas a los planes de prevención. Por ejemplo, los simulacros deberían ir acompañados de un uso masivo de los SMS de telefonía móvil, complementando las anticuadas sirenas y los sistemas de megafonía.

Todo ello debería estar presidido por una estrategia global de la gestión territorial en el ámbito de la prevención de peligros que permitiera dilucidar en qué zonas del territorio deben coexistir actividades peligrosas con otras inocuas y de qué modo. Sin transparencia, cooperación y estrategia, afrontar riesgos queda demasiadas veces, por desgracia, en manos de la fortuna.