CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Cézanne y yo': palabras y colores

Una película de tono literario y estética pictórica sobre la amistad entre Cézanne y Zola

Quim Casas

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Una película sobre la amistad entre el escritor naturalista Émile Zola y el pintor postimpresionista Paul Cézanne, ¿debería ser cine literario y cine pictórico a la vez? Danièle Thompson, directora de dramas y comedias amables como 'La bûche: cena de Navidad' y 'Jet Lag', y guionista que dio un giro de 360 grados al pasar de escribir para Louis de Funes a hacerlo para Patrice Chéreau, no ha tenido dilema alguno a pesar de que en los títulos de crédito mezcla páginas manuscritas con tubos de pintura y frascos de trementina. El tono del relato, que muestra la biografía artística y sentimental de los dos protagonistas en diversos tiempos, es muy literario, de ese academicismo clásico en el cine francés, mientras que el trabajo con la imagen intenta en todo momento atrapar la luz y los colores de Cézanne, del bermellón al azul pasando por los ocres.