El final de una cantante fuera de control

La última caída de Amy

La cantante soul fallece en su casa un mes después de suspender su gira por sus problemas de adicción

JUAN MANUEL FREIRE
BARCELONA

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La cantante soul conocida por su reticencia a salir de los excesos -«me intentaron hacer ir a rehabilitación, pero yo dije no, no, no»,cantaba en su estribillo más famoso-, terminó su paso por el mundo antes de tiempo. Amy Winehouse, de 27 años, fue hallada muerta ayer en su piso en el norte de Londres. El servicio de ambulancias respondió a una llamada desde su piso a las 15.54 horas y envió dos vehículos, pero para cuando llegaron ya era demasiado tarde. Las causas de la muerte todavía estaban anoche por determinar.

Desde hace un tiempo sus problemas con la bebida, las drogas y hasta la justicia habían quitado protagonismo a su increíble talento artístico. El mes pasado había cancelado toda una gira por Europa, que incluía una actuación en Bilbao, tras ser abucheada en Belgrado -«el peor concierto en la historia de la ciudad», según un periódico local-, donde se limitó a balbucear partes de canciones y dejó que su banda hiciera el resto. Un comunicado publicado por su representante, Chris Goodman, decía que la joven artista tendría «tanto tiempo como necesitase» para recuperarse. Solo se la volvió a ver en público el pasado miércoles, cuando subió a un escenario de Camden para acompañar (solo bailó) a su ahijada Dionne Bromfield.

EXCESO EMOCIONAL / Nacida en 1983, de padre taxista y madre farmacéutica, Amy Winehouse demostró desde su infancia un gran interés por el espectáculo. A los 10 años formó con una amiga Sweet 'n' Sour, un grupo rap que más adelante describió como «la pequeña respuesta judía a Salt 'n' Pepa». Estudió interpretación en la escuela Sylvia Young, de la que fue expulsada, y después saltó a la escuela artística Brit de Croydon, donde poco pudieron hacer para transformarla en su ideal de estrella modosa y aplicada.

Su primer disco,Frank,llegó en 2003. La crítica destacó su profunda voz y sus letras directas y a la encía, pero ella no quedó muy contenta con el resultado, del que solo se consideraba responsable en un 80%. Llegaría luego un largo paréntesis con ruptura sentimental, bloqueo creativo y mucha marihuana incluidos. Pero la espera, como suele decirse, mereció la pena.

«Soy una mujer joven y voy a escribir sobre lo que conozco», declaró Amy. Su siguiente disco,Back to black, del 2006, es un clásico moderno que conjuga soul, jazz, doo-wop y guiños a losgirl groupsde vieja escuela sobre fondo de exceso emocional. Vendió 10 millones de copias, ganó cinco premios Grammy y abrió el camino para una corriente de revivalismo soul todavía hoy en boga.

FIEL A SÍ MISMA / Había nacido una estrella. Y una rarísima, capaz de seducir por igual al público masivo y la crítica más exigente, no solo con la música, sino también con su imagen icónica -ese moño estilo nido de abeja, esos tatuajes de marinero- o sus perlas viperinas sobre Dido o Kylie Minogue.

Por desgracia, poco a poco, los vaivenes de su vida personal empezaron a ocultar sus talentos como compositora e intérprete. La conversación derivó de sus grandes canciones a sus intentos fallidos de dar conciertos coherentes -o llegar a darlos-, sus problemas con la bebida y las drogas y las poco felices imágenes de la artista que día sí, día también, publicaba la prensa amarilla. Día a día, la posibilidad de un tercer álbum, eternamente retrasado (aunque el copresidente del sello Island, Darcus Beese, dijo sentirse «abrumado» por un par de maquetas), parecía menos creíble.

ÚLTIMA GRABACIÓN / Lo último publicado por Winehouse fue una versión del clásicoIt's my partypara el disco de Quincy JonesQ: Soul bossa nostra. Pero su última grabación es otra: un dueto con Tony Bennett calificado de «increíble» por el crítico de rock delDaily TelegraphNeil McCormick, quien se declaraba ayer «profundamente conmocionado».

Twitter bullía ayer por la tarde con lamentaciones sobre la última caída de Amy. La joven estrella disneyana Demi Lovato señalaba que «el mundo ha perdido a una mujer increíblemente talentosa a manos de una enfermedad poderosa¿ La adicción». También Lea Michele (protagonista deGlee), Jessica Alba, Pink o Rihanna se declararon devastadas por la noticia. Con toda la lógica.