Las claves de la cartelera

'Todo lo que tú quieras' disecciona la paternidad

Achero Mañas vuelve a dirigir a niños en un drama sobre la madre ausente

NANDO SALVÀ / Barcelona

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Las novedades cinematográficas incorporadas esta semana a la cartelera funcionan de modo inconsciente como una galería incompleta de tipologías de mujer. A partir de ello, como vemos a continuación, podemos esbozar un retrato poliédrico del sexo femenino.

El primero: la madre ausente. Ocho años después, Achero Mañas vuelve a ponerse tras la cámara para situar sus dos temas predilectos -la niñez, presente en sus cortos (Paraísos artificiales, Metro y Cazadores) y en su primer largo (El Bola, 2000) y los límites entre representación y realidad, que trataba en Noviembre (2002)- dentro de una familia tradicional rota por la desaparición de la madre. La única hija, de tan solo 4 años, no podrá superar la pérdida y, para consolarla, el padre asumirá el papel de su fallecida esposa hasta extremos más bien malsanos. A partir de este planteamiento algo bizarro, Todo lo que tú quieras habla de los roles de padres y madres en la familia actual, la intolerancia que sigue provocando la homosexualidad y la situación de algunos padres divorciados incapaces de pasar la pensión a sus esposas.

El segundo tipo de mujer es la novia (casi) ideal. En Salvando las distancias, Drew Barrymore interpreta algo así como la fantasía de todo niño grande acerca de lo que una cita debería ser: una mujer con la que hablar de cine de acción, jugar a la consola y ponerte ciego de chupitos de Jägermeister. Su único problema es que vive en otra ciudad. Mientras repasa todas las dificultades que afronta una relación a distancia, la directora Nanette Burstein muestra un compromiso con el realismo mucho mayor del habitual en la comedia romántica hollywoodiense. Eso, esencialmente, significa que aquí los amantes no cenan en Torrre Eiffel sino en pizzerías italianas baratas.

REBELDE CON RITMO / El tercero tipo femenino, según los estrenos de hoy, es la rebelde con sentido del ritmo: podríamos estar hablando de Floria Sigismondi, fotógrafa y directora de videoclips para White Stripes y Marilyn Manson. Sin embargo, en realidad lo hacemos de las componentes de The Runaways, el grupo musical femenino que la canadiense recuerda en su homónimo debut como directora. Formado en 1975 por el cazatalentos Kim Fowley, las Runaways se situaron en algún lugar entre el glam rock de David Bowie y las bandas punk que emergieron a partir de 1977. Tuvieron un éxito relativo con temas como Cherry Bomb y, como de costumbre, la cosa acabó como el rosario de la aurora. Varias de sus integrantes emprendieron carreras en solitario, ninguna con tanto éxito como Joan Jett, productora del filme. La pregunta es: ¿qué tenía el grupo de especial que justifique la existencia de The Runaways? Francamente, no eran muy buenas.

La heroína total es el cuarto tipo. De este perfil o semejante se incorporan a la cartelera dos mujeres. En primer lugar, Adèle Blanc-Sec, una reportera de la Belle Époque cortada con el mismo patrón que Indiana Jones que siente debilidad por el ocultismo y que nunca deja escapar la ocasión de denunciar la corrupción y la incompetencia. Adele y el misterio de la momia, adaptación del tebeo Las aventuras de Adèle Blanc, del maestro Jacques Tardi, ha sido dirigida por el padrino del cine de acción francés, Luc Besson.

¿Qué se puede decir de Alice, la otra supermujer de nuestras pantallas, que no se sepa ya? Después de todo, Resident evil: Ultratumba es la cuarta entrega de la saga de adaptaciones del videojuego creado por Capcom en 1996, y su protagonista se dedica a repartir puñetazos y a tratar de evitar que los zombis se apoderen del mundo. Ha sido rodada íntegramente en 3D. Casi podrá usted sentir en su cara las patadas de Milla Jovovich.