Mariona Naudin explicará la historia de una familia de Terrassa a través de la danza

Baile y familia son los principales ingredientes del último proyecto de Mariona Naudin. La artista hizo un llamamiento a las familias egarenses que quisieran participar en un proyecto que busca expresar, a través del baile, la realidad de esa familia. Al anuncio se apuntaron cuatro familias, de las cuales se escogió a los Frutos Nicolàs, que ya han empezado los ensayos.

Naudin explica que el proyecto “tiene como objetivo explorar las relaciones familiares a través del cuerpo y la danza, sin ir a la psicología ni a la palabra, sino a través del cuerpo. El resultado final se presentará en octubre, en el marco del Festival TNT de Terrassa bajo el nombre ‘Una familia baila’.

En el escenario se podrán ver Magda Nicolàs y Gregori Frutos, acompañados de su hija y algunos de sus nietos, tres generaciones que se encuentran actualmente en pleno proceso de creación y ensayo. En un primer momento, han explicado la historia de su familia a Naudin, que una vez recopile toda la información hará una propuesta escénica.

La artista dice que es como una investigación, ya que primera debe conocer la historia de estas personas para después poder crear.

Naudin explica que “no hay una historia aristotélica o una narración al uso” de la familia sino que se utilizarán materiales que ellos aporten para hablar de la familia “como concepto universal”.

Vínculos con el baile

Uno de los elementos que hizo que Naudin se decantara por los Frutos Nicolàs fue el hecho que tenía relación previa con el baile, ya que los abuelos practican bailes de salón y tanto la hija como las nietas hacen patinaje. “A nivel de composición ya juega mucho a favor porque aporta mucho material de la familia, no tienes que inventarte cosas”, asegura.

‘Una familia baila’ es lo que se conoce como una “creación colectiva” ya que el trabajo conjunto entre familia y Naudin será lo que dará el resultado final. El trabajo de creación en la sala tendrá una durada de dos meses y se contempla un tiempo total de ensayo de aproximadamente 160 horas.

Reconoce que un proyecto de estas características supone empezar desde cero porque no hay un texto escrito ni una coreografía hecha pero, a la vez, si que tiene material previo porque se trabaja con material autobiográfico de la familia.

Naudin asegura que una iniciativa así le aporta “un aprendizaje humano” ya que “va más allá de lo que es hacer una obra de teatro”. “Se habla más de una condición social, como una familia, que no del arte en palabras mayores”, asegura.

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