Una noche de amor

Ha concluido la primera parte de la primera parte del culebrón intituladoLa relación sexual entre Chelo y Bárbara. Tele 5 lleva semanas aplicándose en cuerpo y alma sobre el tema, impulsando a todas sus escuadras de cotillas y mineros delSálvame, delDeluxe, etc. a que escarben. La madrugada de ayer consiguieron uno de los momentos que con más frenesí buscaban: la propia confesión, en el platóDeluxe, deBárbara Rey, quien envuelta en lágrimas y dirigiéndose aChelo García Cortés, que la tenía sentada delante, confesó:«Un día nos dimos la palabra de que lo que hubiera pasado entre tú y yo iría a la tumba contigo y conmigo»y tras una pausa bañada en considerable humedad lacrimal, añadió:«El polígrafo no miente. Tú y yo, Chelo, tú y yo... ¡hemos tenido una noche de amor!»y el personal en nómina circundante estalló en aplausos, en ¡bravos! entusiásticos, en gritos de ¡qué bonito, qué bonito!, mientras las dos protagonistas,CheloyBárbara, se fundían en un largo y cálido abrazo. Haciendo balance de toda esta labor de pico y pala, que comenzó hace semanas conChelo atada al polígrafo respondiendo«No»a la pregunta de si había mantenido relaciones sexuales conBárbara-y la delicada polígrafaConchitasentenciando«Miente. No dice la verdad»-,

haciendo balance de todo esta martingala con la que han llenado horas de programas, cabe constatar que el procedimiento, el método, ha sido marrullero, tosco, hasta bastante canalla. No obstante, la puesta en escena final, la declaración deBárbara, ha sido limpia, blanca, emotiva, luminosa... Ha conseguido un hermoso canto a la sexualidad abierta y transversal. Eso hay que señalarlo en honor a la verdad.

Queda ahora comenzar la segunda parte de la primera parte, es decir, otra tanda de capítulos de este culebrón pero esta vez dedicados aJosé Manuel Parada. Dado que esanoche de amorocurrió hace exactamente 33 años, época en queCheloestaba casada conParada-y ya se encargó el programa de especular sobre este detalle-, cabe ahora trabajar a fondo aParada, y que haga catarsis de su condición de cornudo ocasional tres décadas atrás. Podrían incluso hacer una gala especial amenizada con repuntes musicales a cargo del pianistaPablo Sebastián. Les puede salir una noche pintoresca. O sea, que aparezcanCheloyBárbaragritando:«¡Tú y yo somos tres!», y ¡patapam! que salga de prontoParadade detrás de una mampara.