tú y yo somos tres

Paquirrín, anzuelo para La Pantoja

FERRAN MONEGAL

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Sobre dos criaturas concretas descansa la estrategia de Tele 5 en la nueva edición de la isla de los mosquitos (Sobrevivientes). A saber: Aída Nizar y Paquirrín. La primera juega el rol de petarda confictiva, y lo está haciendo muy bien: nada más comenzar ya tiene a todo el grupo en contra y si pudieran le sacarían los ojos allí mismo. O sea, con ella se han asegurado que haya cacao, ingrediente fundamental para este tipo de papillas. El fichaje de Paquirrín obedece a una estrategia distinta: a base de masajes y piropos al niño, conseguir que su mamá quede complacida y acepte en un inmediato futuro sentarse en algún plató de Tele 5. Esta maniobra ya la ensayó hace un año A-3 TV cuando comenzó a contratar a Paquirrín con vistas a lo mismo: a que la tonadillera acabase aceptando ir a esa cadena. A pesar de contar (en DEC concretamente) con la inestimable ayuda de Chelo García Cortés, portavoz oficial de la tonadillera, la maniobra no fructificó. Ahora en Tele 5 repiten lo mismo. Está por ver que lo consigan. Lo que si han logrado es que el engrudo de los Supervivientes impregne ya toda la cadena. Con Jorge Javier Vázquez como nuevo presentador -que está simpático, todo hay que decirlo- se aseguran la misma sopita en Sálvame diario y en Deluxe; y naturalmente en las mañanas Esenciales Ana Rosa, en el tiovivo sabatino La Noria, más la propia gala semanal del concurso, y el debate correspondiente. O sea, que ya tenemos el contenedor lleno hasta arriba. Solo falta que los servicios informativos incrusten también la papilla mosquitera en sus noticias.

SAUCA: «EQUIDISTANTE» -. La defensora del espectador, Elena Sánchez (RTVE responde, La 2) charló ayer con Sergio Sauca acerca de su polémica narración del Barça-Real Madrid. Le dijo: «Numerosos correos se quejan de que fuiste parcial y no tuviste posición neutral». Y el periodista contestó: «Fue una narración normal, tirando a equidistante». Hombre, de equidistante poco, de escorada mucho. No obstante me resisto a señalar a Sauca como el gran malísimo. En este mismo programa solo pusieron un instante de la narración: cuando la voz del narrador dice «Prefiero no opinar porque si no me van a matar». ¡Ah! No es un comentario ilustrativo. Si Elena Sánchez hubiera seguido los momentos que señalaron Emilio Pérez de Rozas y Juancho Dumall en este diario el otro día, su papel de defensora del espectador habría tenido sentido.