Los límites de la televisión

'La noria', en el aire

El 'show' de Tele 5 se juega hoy su futuro ante el rechazo de los anunciantes a aparecer en un espacio tan polémico

Imagen del plató de 'La noria' durante la emisión de uno de los debates que modera Jordi González (centro).

Imagen del plató de 'La noria' durante la emisión de uno de los debates que modera Jordi González (centro).

MANUEL DE LUNA
BARCELONA

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por primera vez en la historia de la televisión comercial, un programa con unos dos millones de espectadores de media y una duración de más de cuatro horas, La noria, de Tele 5, se emitirá esta noche sin un solo anuncio publicitario. Y este hecho sin precedentes lo vive además la cadena cuyo consejero delegado, Paolo Vasile, explica que no hace tele para los espectadores, sino para los anunciantes, y que los programas son interrupciones que hay entre los bloques de publicidad. Y hoy emitirá uno de sus espacios estrella sin espots, porque una parte de la audiencia ha convencido (o presionado), vía internet, a las marcas de que hay que decir basta a un tipo de televisión marcada por el escándalo y el todo vale. Para esta audiencia que ha clamado, con éxito, desde foros de la red, el límite se sobrepasó con la entrevista, pagada, a la madre de una persona condenada por colaborar en un asesinato.

Las críticas a Tele 5 son habituales, pero lo que provocó la chispa que lo ha encendido todo llegó el pasado 29 de octubre, cuando en La noria se entrevistó a Rosalía García, madre de Francisco Javier García, El Cuco, implicado, y condenado, en el caso de la adolescente asesinada Marta del Castillo. Rosalía no quiso que su cara apareciese en el show -que justificó la interviú en aras de la libertad de expresión y el interés social-, pero parece ser que cobró por salir (alrededor de 10.000 euros).

La entrevista llevó a un bloguero indignado, el periodista Pablo Herreros, a pedir a las marcas que se publicitan en el espacio que no paguen intervenciones de relacionados con un crimen. La iniciativa caló de tal manera que se inició una rebelión popular de la que poco más de 31.000 internautas se hicieron eco y empezaron a presionar a las empresas que aparecen en el show. A esta revuelta se unió, el 2 de noviembre, la Fiscalía de Sevilla: solicitó que lo que cobró Rosalía se destinase a pagar los gastos de la búsqueda de Marta (unos 400.000 euros).

Todo se precipita el 3 de noviembre: Campofrío, Bayer y Lactatis anuncian que quitan su publicidad de La noria, al considerar que su imagen está en peligro, y optan por una prudente retirada. Lo que hacen también es dejar en evidencia al resto de empresas que se ven obligadas a seguir un ejemplo tan digno y loable como es el de no mantener programas que pagan entrevistas con delincuentes, o con familiares. Y como fichas de dominó, del 3 al 15 de noviembre, 63 marcas se bajan de La noria. Hoy se emite sin espots.

A esta reacción en cadena ayudó la posición del presentador del show, Jordi González, quien, por Twitter, el 3 de noviembre, escribió: «Una empresa de embutidos (se refería a Campofrío) ha visto la oportunidad de una campaña de imagen que le sale gratis. Y la ha aprovechado». En el programa del 5 de noviembre (cuando ya se habían dado de baja varias marcas), González hizo una declaración de principios: defendió la entrevista y aludió a un linchamiento desde otros medios y redes sociales. Más gasolina al fuego, más empresas que se dan de baja, más críticas, y más seguidores de Pablo Herreros.

LAS PRESIONES // Las razones que dan las marcas a esta huida de La noria no hacen referencia directa a la presión de consumidores potenciales, sino a que no están de acuerdo con los contenidos, que nunca conocen previamente. Así, informa Josep M. Berengueras, desde Nestlé explican que, como cualquier otro anunciante, tenían contratado un pack publicitario: «Previamente no conocemos los contenidos de los programas donde aparecemos. Nestlé tiene unos principios como empresa, y no queremos aparecer en espacios televisivos que para atraer espectadores exploten temas como violencia y sexo o fomenten comportamientos despectivos». En el Banc Sabadell señalan que decidieron seguir en Tele 5, «pero cambiando la franja horaria». Por su parte, Arbora & Ausonia reconoce que es «consciente de la contestación social que está teniendo este asunto» y que por ello no tendrán publicidad en este programa.

En La noria, no hay declaraciones y la mayoría de los tertulianos habituales optan por seguir la consigna de quien les paga y no dicen nada. El periodista Enric Sopena sí aceptó dar su visión de esta peculiar crisis a este diario.

Sopena se muestra «extrañado y asombrado» por esta «especie de boicot empresarial. Si ese rasero de La noria se aplicara a otros programas de Tele 5 y a otras muchas televisiones que hacen cosas semejantes o similares... Entrevistar a alguien que está relacionado con un tema de interés general no creo que sea algo que por sí mismo no se tenga que hacer, ¿pero lo que duele a la gente es que haya cobrado? Soy poco partidario de que se pague por una entrevista. Estará bien o mal, pero no es un invento de La noria o T-5»,

informa Juan Carlos Rosado,

TRINGALI ACTÚA // Desde la cadena también se ha optado por no hacer comentarios y dejar que la tormenta pase. Pero esta posición pasiva, que se puede ya confundir con un KO ante una crisis sin precedentes que pone en juego todo el planteamiento de programación de Tele 5, ha provocado tensiones en la planta noble de Mediaset. Así, ante la pasividad que está mostrando Paolo Vasile, el hombre fuerte de Mediaset en España, que controla todo el negocio publicitario del grupo italiano, Giusseppe Tringali, ha tomado la iniciativa: el CEO de Publiespaña ha convocado una reunión para el 30 de noviembre con la Asociación Española de Anunciantes (AEA) en el palacio de Congresos de Madrid para plantear la nueva política comercial del Grupo Tele 5. Los anunciantes son la razón de ser de cualquier tele comercial, pero estos ven en riesgo su imagen de marca si aparecen en shows conflictivos, como La noria y Sálvame.

Y aquí se abre un debate que demuestra que la crisis va más allá de La noria: lo que está en juego es que Tele 5 siga rodando con su actual modelo, o se deje marcar el paso por lo que le digan los anunciantes.