María Castro: «Francisca es el papel más sencillo de mi carrera»

Superada su etapa como la Trini en la desaparecida 'Vive cantando' de Antena 3, María Castro ha encontrado su sitio en 'Seis hermanas', serie diaria que emite TVE-1 (17.20), en la que da vida a la simpática Francisca.

-¿Qué tal se llevan en la vida real las seis hermanas?

-Fenomenal. Somos seis mujeres muy diferentes, tanto las actrices como los personajes. Hemos hecho un ramillete muy simpático. Yo comparto cuarto con Candela Serrat. Somos muy gansas las dos, y en la vida real, también. Nuestros personajes son los más distendidos porque son los siguientes en edad a Elisa. El de Candela desea triunfar en el mundo literario y yo, en el artístico. Eso hace que tengamos que cubrirnos mutuamente para cumplir objetivos.

-¿Le está resultando más fácil que sus últimos papeles en televisión?

-EnDPara mí este quizá sea el más sencillo porque se parece bastante a mí, dentro de que es otra época y otra forma de entender la vida. Ella es más joven y yo tengo otra óptica diferente a la de Francisca, que es muy alocada, pero nos parecemos mucho en lo de risueña, pizpireta y parlanchina. Eso me lo hace más sencillo. Eso sí, tengo que guardar las formas y la compostura de la época. Siempre me han tocado personajes de mucha creación y composición, como la Trini y la Jesi, que no tienen que ver conmigo. Este quizá es el más normal.

-Comparte con ella vocación artística. ¿Cómo reaccionaron en casa cuando dijo que quería ser actriz?

-EnDSuperbien. Yo estaba estudiando INEF en ese momento. Era muy empollona y mis padres tenían miedo de que abandonase mis estudios. Solo les dije que era mi sueño de niña y que necesitaba saber si lo que había soñado era solo una niñería o podía convertirse en realidad. Les dije que no se preocupasen, porque iba a acabar mi carrera: saqué curso por año.

-¿Cómo se encuentra con esos peinados y vestidos tan antiguos?

-Me veo estupenda y muy graciosa. Este vestuario siempre ayuda a meterte en el papel, porque ya no puedes ser tú. Yo jamás me recogería el pelo ni me vestiría así. El corsé debería ayudarme, pero no lo llevo. Siempre lo he aborrecido y está colgado en el armario. Es muy incómodo. Seguro que lo inventó un hombre, porque una mujer no lo pudo hacer. Es horrible. Un día me hice daño porque estaba apoyada, estornudé sin darme cuenta y se me retorció una costilla. Desde entonces les dije a los directores que iba a actuar y a simular que lo llevaba puesto. Me siento más derecha que ninguna para que no me lo pongan [ríe].

-¿Es su primera serie diaria?

-No. La primera que hice en Madrid fue diaria. Vine de Galicia a hacer SMS. Pero tenía otra edad y la recuerdo de otra manera. Ahora, 10 años después, lo llevo bien porque soy muy activa. Pero al compaginarlo con el teatro es un esfuerzo enorme. Es muy bestia. De lunes a viernes estoy grabando de seis a seis, y de miércoles a domingo hago función y me voy de aquí directamente al teatro. La obra se llama 'La novia de papa' y resulta que yo soy la novia de papá: estoy más de hora y media en el escenario. Necesito toda la energía para que el público esté conmigo. Les tengo que atraer para contar mi historia. Cuando llego a casa por la noche, duermo muy bien.   

-¿Se ha olvidado ya de la Trini?

-No. De la Trini no me podré olvidar en la vida. Tengo su collar en la habitación y para mí siempre será una maravilla de personaje.

-¿No le sentó mal que Antena 3 decidiera poner fin a 'Vive cantando'?

-Yo soy una persona bastante optimista. Siempre pienso que si esto se acaba, será por algo. El trabajo es el trabajo. Hago todo lo que puedo aquí, y lo que diga la audiencia ya se verá. Lo que es verdad es que la Trini es el personaje al que más cariño he cogido porque me parecía tan humana, tan buena y tan completa… Además, era la primera protagonista que hacía en la televisión.