REPORTAJE

La huella de Jesús... Superstar

El 'Volando voy' del miércoles, 25, tiene como protagonistas a algunos habitantes del delta del Ebro. En la 'premier' que se celebró en L'Ampolla, en la que se coló EL PERIÓDICO, disfrutaron con los momentos de humor y emoción recogidos en el rodaje.

TELE VOLANDO VOY DELTA DEL EBRO

TELE VOLANDO VOY DELTA DEL EBRO

INÉS ÁLVAREZ / L'AMPOLLA

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La gente convocada en el puerto de L'Ampolla esa noche de junio iba abandonando poco a poco el lugar de proyección y tras desmontar los técnicos la pantalla gigante y las cámaras, solo quedaba algo en el ambiente que evidenciaba que allí se había celebrado una fiesta. Porque así es como le gusta llamar al equipo de ' que ofrecen a los habitantes del lugar tras el rodaje. Una forma de agradecerles a esas personas anónimas, protagonistas del programa de Jesús Calleja, su autenticidad y las historias  que les regalan.

Personajes tan pintorescos como el agricultor Polet, con el que  el aventurero se metió en los arrozales y le mostró un dron en forma de halcón. O su hijo, Ramon, quien le enseñó a 'perxar' (mover la barca valiéndose de un palo) y le contó que de jovencito actuaba en un grupo desnudo y envuelto en barro.

También Carles, el descarado pescador que caza peces con las manos, quien, tras subir al helicóptero y ver su amado delta, sus tonos y formas, desde el aire, se despojó de esa capa de chulería con la que le gustaba retar a Calleja para mostrarse emocionado como un niño.

CINCO INTENSOS DÍAS

Con ellos compartió esa semana de junio en la que el equipo aterrizó (nunca mejor dicho) en la zona, (aunque producción y contenidos ya había estado meses antes para buscar paisajes espectaculares, comprobar las necesidades de sus vecinos y buscar los personajes). Son cinco intensos días de grabación en los que recolectan las historias que encierran esas gentes.

Y ese equipo lo forman inicialmente 16 personas, número que  va variando a medida que avanza el rodaje: «Acabamos la semana siendo entre 2 y 26, dependiendo de cuántas personas se vayan incorporando», relata Gabriela Gutiérrez Dewar, directora de producción de Zanskar Producciones, fundada por Calleja y María Ortiz, donde se realiza también 'Planeta Calleja'.

A CONTRARRELOJ

Pero este programa cuenta con una complicación más, que seguramente entenderán los artífices de 'El foraster' de TV-3: la necesidad de editar vídeos rápidamente para proyectarles las primeras imágenes a la gente del pueblo en la fiesta que les montan el último día de su estancia: «Para ello tenemos que desplazar al equipo de edición. Por lo que en cada lugar organizamos una sala técnica, donde trabajan los editores a contrarreloj», detalla.

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Al equipo humano compuesto por el presentador, la directora, encargados de contenidos y de producción, cámaras y operador de dron... habría que añadir dos colaboradores de metal: los helicópteros. El pequeño, el R44, en el que se desplaza Calleja, y otro de mayor tamaño que acude un día, armado con el Cineflex, para grabar en HD.

«Para el delta del Ebro nos trajimos de otro país unas cámaras con ópticas especiales capaces de filmar los sedimentos desde el helicóptero dentro del agua y seguirlos. Algo que no pueden hacer ni los científicos», relata con orgullo el aventurero, antes de que se anunciara en la fiesta que el experimento para salvar el delta en el que participaba el programa había obtenido sus primeros frutos.

COMO UN TETRIX

Porque la petición que les había hecho Cuatro de que en esta segunda temporada esas innovadoras tecnologías que llevaban a los lugareños cumplieran una misión que mejorara sus vida le ha dado un interesante plus al espacio, pero también ha incrementado su complejidad. «No es un programa fácil, y las misiones lo han complicado aún más. Esto es como un Tetrix» confiesa Irene García Moreno, la directora ,que, pese a ello, dice disfrutar mucho haciéndolo. Y es que el buen rollo que se respira en el rodaje facilita mucho las cosas.

Un estado de ánimo  este que contagian a los vecinos escogidos para participar en las grabaciones. «Jesús tiene una gran empatía con la gente», asegura María Ortiz, ejecutiva de producción de Zanskar Producciones. «Y en cada lugar, con sus habitantes, se producen momentos mágicos», añade.

Y es que Calleja llega desde el cielo con su humor, su empatía y sus milagros tecnológicos bajo el brazo para arreglarles la vida a esas gentes y cuando se va, a bordo de su pájaro de hierro, lo hace convertido en una especie de mesías, en un moderno Jesús Calleja... Superstar.