tú y yo somos tres

Comedia de piratas y posturitas

Ferran Monegal

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No habíamos hablado todavía de este cómic en forma de aventuras que se llamaPiratas(T-5). Hay quien se ha tomado en serio a estos corsarios de cercanías, y les han defraudado mucho. Hombre, yo creo que lo único que cabe es tomárselos como un ejercicio humorístico. La incrustación dePilar Rubio, por ejemplo, como tremenda pirata Carmen Bocanegra solo se puede analizar desde un punto de vista de comedia de risa. En este sentido, su papel

-sin ser actriz ni pretenderlo- llega incluso a divertirnos. Hace posturitas, pone caras, no vocaliza bien, con lo cual se la entiende poquísimo; pero yo la prefiero haciendo cabriolas disfrazada de corsaria, que no de fatal presentadora deOperación Triunfo. En esta cómica teleserie hay, no obstante, un elemento, el actorÓscar Jaenada, que merece una atención distinta. Borda su papel de pillo simpático, pícaro y fresquísimo. Es un excelente actor. Dicen los cinéfilos, seguramente con razón, que copia aJohnny Deppen su papel de Jack Sparrow enPiratas del Caribe. Pues lo copia la mar de bien. Incluso le da un aire muy imaginativo a su personaje, un cóctel surrealista, entre aquel Sir Percy dePimpinela Escarlatay aquel don Diego de la Vega deEl Zorro, salvando las distancias, si ustedes me permiten. Que ahora el capitán Bocanegra le llamePisaverdepara zaherirle, además de un homenaje aLa corte de los milagros,deValle Inclán, es significativo. Creo que estamos pues ante unas aventuras que deben ser consideradas como una especie de despendolada astracanada, disparatada y divertida. Solo hay que ver la bandera pirata que se gastan los Bocanegra: esa calavera, más que asustar, mueve a la risa.

MERCEDITAS EN LAS PALMAS -.El juez ha levantado la medida cautelar que pesaba sobre un reportaje deDiario de... sobre un geriátrico de Las Palmas, y la madrugada de ayer lo vimos. No es un trabajo reprochable: se han infiltrado en un geriátrico que es denunciable y, por lo tanto, la denuncia televisiva es útil. No obstante, lo pintoresco ocurrió cuando la propiaMerceditas Miládecidió personarse en el sospechoso centro. Resulta que al llegar coincidió con cuatro inspectores del Cabildo Insular que iban a proceder a revisar el geriátrico. ¡Ah! No se arredróMerceditas. Todo lo contrario: se instituyó en inspectora jefe allí mismo, y los funcionarios, respetuosos, dejaron que la jefa procediese antes que ellos. O sea, las estrellas primero.