tú y yo somos tres

'Casa de Alba', marca registrada

FERRAN MONEGAL

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Aleccionador trabajo el que ha realizado el programaEquipo de investigación(A-3 TV) sobre el imperio de laDuquesa de Alba y sus vástagos. Nos han informado que justo el día en queCayetanase casó con el funcionario, registraron ante notario la marcaCasa de Alba, empresa de amplio y pintoresco espectro de actividades, entre las que nos destacaron la posible comercialización de:«Dentífricos, lociones capilares, lubricantes, dentaduras postizas, cosméticos, prótesis variadas, matacucarachas y armas». Interesante repertorio. Decía un experto publicista que la boda deCayetanaha servido para relanzar la imagen de losAlba, y que con la creación de esta marca se abre ante ellos un inmenso mercado. Efectivamente, va a ser apasionante la comercialización deDentaduras postizas Duquesa de Alba. Dentro de lo risible, es inofensiva esta actividad empresarial. Tienen todo el derecho a comercializar lo que les plazca, como si quieren ponerse a vender orinales. Más chungo en cambio, más hiriente, más grave, es lo que descubrió elEquipo de investigaciónacerca de los subterfugios y la ingeniería financiera que practica esta riquísima familia latifundista, 20 veces Grande de España. A través de una agencia danesa lograron saber lo que reciben losAlbade los fondos de subvención de la CEE: en el año 2010, por ejemplo, más de tres millones de euros. También descubrieron el sistema que siguen losAlbacon la notable cantidad de castillos y palacios que tienen desperdigados por España: resulta que hacen una cesión temporal a favor de los ayuntamientos, y los municipios se ven obligados a endeudarse para restaurarlos. Y al cabo de los años, la propiedad vuelve a losAlba, o sea, les devuelven un inmueble impecable. Decía un experto:«Es un regalo envenenado». El caso más significativo es el deñ Castillo de Coca, en Segovia: lo cedieron en estado de pura ruina, pero en el año 2054 volverá a ellos, todo restaurado, sin que les haya costado un euro.

Por último nos han alertado de las triquiñuelas que realizan con la llamada Fundación Casa de Alba, domiciliada en el Palacio de Liria. Todas las empresas de la familia hacen donación de beneficios a esta fundación, con lo cual las exenciones fiscales son notables. Y todos losAlbaestán en la nómina de la fundación. O sea un círculo perfecto, y según parece legal. ¡Ah! A veces la legalidad, la ética y la moralidad discurren por vías paralelas. No se cruzan jamás.