tú y yo somos

'Papafuente y Bertoguillo'

FERRAN MONEGAL

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El humorismo, la sátira, la ironía televisiva comienza a destilar las primeras gotas de sarcasmo sobre la colosal visita del Pontífice. La madrugada de ayer, en La Sexta, ya salióBuenafuenteenpapamóvil, pero en una variante singular de este vehículo: en lugar de ir a motor, iba tirado porBertodisfrazado de monaguillo. Papafuente, vestido todo de blanco, impoluto, se dirigió a los feligreses y los lanzó una homilía en plan despendolado y divertido. Decía:«Vaya, el Rey no comulgó. ¿Qué pasó? Dicen que cuando no comulgas es porque estás en pecado, pero quizá en su caso es porque no estaba para ostias», y luego, fijando su virtuosa mirada enZapatero, advirtió:«No fue a recibir al Papa, pero sí a despedirlo, que de despedirlo sí que tenía ganas». O sea, una ironía sanísima. Bien mirado, no ha sidoBuenafuenteel primero de La Sexta en pincelar la visita papal con el almíbar de la risa.

En los informativos de esta cadena, el domingo nos relataron el recorrido deBenedicto XVIpor las calles de Barcelona como si retransmitieran una carrera automovilística. Y al final remataron comunicándonos que dos amigos habían quedado para ver por la tele aFernando Alonsoen Brasil y resulta que no pudieron encontrarse, porque la circulación de la ciudad estaba cortada, totalmente interrumpida. ¡Ah, son como niños! Se les ven las intenciones de autobombo enseguida: ¡La Sexta es la que tiene los derechos de la fórmula 1!

BOCHORNO.-Canalla sesión la del últimoSálvame deluxe(Tele 5). Llevaron al plató aVerónica, señora alcohólica, que estaba ingresada en la Clínica López-Ibor recibiendo tratamiento por su estado grave y crítico. Desnortada, a ratos delirante, a ratos de un sobrecogedor patetismo, la hicieron protagonista de una de las jornadas más bochornosas que en la tele se han visto. Después de la fiesta conseguida, tras tenerla que acompañar hasta la salida, llamó su madre por teléfono. Rota, herida, esa madre le reprochó aJ.J. Vázquezla presencia de su hija en el plató. Y advirtió que en la clínica no le habían dado el alta: había sido su propia hija la que se marchó, atraída por el reclamo delDeluxe. Ese es el estilo, efectivamente, que se gastan ahí. Marchando y sin escrúpulos de ningún tipo. Epítome informativo: desde hace tiempo, a esta señora,Verónica, enferma y alcohólica, este programa la bautizó con el delicado y piadoso nombre de Lady Nenuco.