Entrevista con la Actriz

Emma Vilarasau: "No tenía nada claro que 'Ventdelplà' funcionaría"

Tras cinco años en antena, TV-3 cierra hoy una de las series de mayor éxito de la cadena autonómica. Su protagonista hace balance

Emma Vilarasau

Emma Vilarasau

OLGA LERÍN / Barcelona

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-¿Habrá que preparar los pañuelos para esta noche?

-Aunque todos se lo esperan, desaparece una persona muy emblemática. Pero hay mucha ternura. Es un buen final, porque es muy representativo de lo que ha sido la serie: la vida está formada por cosas muy duras y otras que no lo son. Y a pesar de todo, uno tiene que salir adelante.

-¿Y Teresa? ¿Qué pasa con ella?

-Durante este viaje de cinco años ha aprendido cosas, está mucho más segura de ella misma y no duda tanto. Pero acabará bien. ¡Y emparejada!

-¿Cómo fue la última grabación?

-Muy emotiva. La serie la inició Lluís Maria Güell y después la tomó el realizador Jesús Segura, pero desgraciadamente enfermó cuando ya llevábamos tres temporadas. Murió después de acabarVentdelplà.Cantó por teléfono, desde su casa, el final de la serie. Nos dijo: 'Gracias a todos. ¡Sois cojonudos!' Dicho desde su perspectiva, significaba mucho.

-Han sido como una gran familia...

-Hemos vividos muchas cosas juntos. Hay gente que ha tenido hijos, otros se han separado y otros se han casado. Hemos rodado con pocos medios para lo que era la serie y el tiempo se optimizaba mucho.

-No les gustó demasiado que la emisión se cortase en julio, ¿no?

-El final estaba pensado para ir seguido, y así se rodó, hasta el punto de que había una fiesta mayor y la grabamos en marzo, pelados de frío. Por cuestiones de parrilla, fue saltando, pero dejar cinco capítulos para septiembre con el verano por el medio no era lo mejor. Los que programan sabrán por qué lo hacen, pero fue una sorpresa para todos.

-¿Hay algo que haya hecho diferente a Ventdelplà?

-Cuando me dijeron que era una serie en un pueblo, pensé: '¡Uy, no sé yo… !', porque en aquellos momentos no había series muy rurales. No lo tenía nada claro. Pero estaba el guión; los equipos de realización, que intentaban hacer algo diferente; la apuesta de dos días a la semana fue brillante; elcasting era muy potente, y los exteriores del pueblo eran muy relajantes. Ver tanto verde era como volver a la tierra. Por eso, creo que el personaje de Jaume es el más emblemático y si la serie se acaba, está bien que él desaparezca.

-¿No piensa que las tramas ya se habían estirado demasiado?

-Ha ido por temporadas. Es difícil hacer una serie tantos años si no se consiguen cambiar cosas porque no hay dinero. Ha tenido subidas y bajadas, como otras series, comoMujeres desesperadasoPerdidos. Había momentos que en la trama se pasaban y después volvían a enganchar.

-¿Sinceramente, cree que existen muchas Teresas en Catalunya?

-Sí. No es tan excepcional. Es una mujer que intenta, como puede, salir adelante, muchas veces superada por las circunstancias. Pero no sé si hay muchas mujeres que hayan tenido tantas parejas como ella.

-El actor Pep Cruz bromea con el hecho de que Teresa se haya convertido en la putita de Catalunya...

--¡Pero está bien! Se cansó de estar sola, y en la vida hay épocas para todo. Tampoco son tantos hombres: ha tenido cuatro novios.

-¿Usted sufre tanto como ella?

--No. También como ella he aprendido a ir seleccionando.

-¿Qué le ha enseñado el personaje?

--La capacidad de renacer. Cuando explotó el coche en el que estaba su marido y después este reapareció pensé: 'No me puedo creer que tenga que resucitar a David'. Me gustó cuando Teresa dijo que no podía volver con él. Hay cosas que se terminan para siempre.

-¿Como Ventdelplà?

--Sí. Teresa se acaba aquí.