Cae una red que explotaba a nigerianas en prostíbulos de diferentes ciudades

En la operación, con una decena de detenidos, se ha liberado a cuatro mujeres

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La Policía ha detenido a 10 ciudadanos nigerianos y ha liberado cuatro víctimas en una operación en la que ha dado por desarticulada una organización que explotaba a mujeres de ese país, a las que obligaban a prostituirse en clubs de diferentes provincias, donde las ofrecían en 'books' eróticos.

Ocho de las detenciones se han practicado en Madrid, una en Burgos y otra en Eivissa, y los agentes han liberado a cuatro víctimas, todas ellas nigerianas, en Bilbao, Burgos y Málaga.

Las mujeres eran engañadas en sus lugares de origen para viajar a España, donde eran trasladadas a clubs y pisos de diferentes provincias para que ejercieran la prostitución, coaccionándolas de diferentes formas, como la amenaza de practicar vudú contra ellas y sus familias.

No las dejaban libres hasta que pagaban la supuesta deuda que habían contraído con la banda por traerlas hasta España, que podía ascender hasta 50.000 euros.

Los miembros de la organización criminal internacional ofrecían a las mujeres mediante 'books' fotográficos eróticos, en las que aparecían desnudas. La operación se originó a raíz de otra llevada a cabo el pasado mes de junio en la que la Policía detuvo a nueve personas y liberó a ocho víctimas. Tras esas detenciones de junio, los agentes supieron que existía otra red que explotaba a mujeres y que una de sus cabecillas era amiga de una de las arrestadas.

La investigación determinó que las mujeres llegaban de Nigeria con engaños, eran informadas de su situación en un piso de Leganés en el que residían algunos de los miembros del grupo y, a continuación, repartidas por casas y clubes de alterne de diferentes provincias, evitando que ejercieran las prostitución en la calle para que no las viese la Policía.

Al llegar a España les hacían un 'book' erótico que enviaban a los dueños de los burdeles para que eligiesen y para que los mostrasen a los clientes.

Su destino dependía de la demanda, de manera que en verano trasladaban a algunas a Eivissa, siempre vigiladas por miembros de la red, que las coaccionaban y que en ocasiones llegaban a agredirlas.

La organización estaba liderada por una mujer y por una pareja que captaba a las jóvenes y financiaba su traslado de Nigeria a España, y también contaba con transportistas que llevaban a las chicas de un lugar a otro, con controladores de su actividad en los diferentes pisos y clubes y con especialistas en regularizar su situación en España.

La operación continúa abierta y se cree que hay más víctimas, según ha explicado el inspector jefe de la Brigada Provincial de Extranjería.