La violencia que no cesa

Concentración de repulsa ante el Ayuntamiento de Llíria (Valencia).

Concentración de repulsa ante el Ayuntamiento de Llíria (Valencia).

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Otra jornada negra de violencia machista con dos nuevos asesinatos, apenas 48 horas después de que decenas de miles de personas reclamaran en Madrid el sábado más esfuerzo de las administraciones contra esta lacra social. Este lunes, un hombre fue detenido en Logroño tras asesinar con un arma blanca al marido de su expareja. Y en Oviedo, una mujer de 65 años murió de varios golpes en la cabeza a manos de su pareja, de 51 años. El agresor también ha sido detenido. Son dos de las múltiples formas que puede adoptar la violencia machista, aunque el primer caso nunca formará parte de las estadísticas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que solo considera violencia machista las agresiones de hombres contra sus parejas o exparejas. Precisamente una de las reclamaciones de los colectivos feministas que organizaron la manifestación del sábado es que se amplíe esta definición.

Los dos asesinatos machistas de ayer se suman a los otros tres ocurridos el domingo, con dos mujeres asesinadas en Llíria (Valencia) y una en Baena (Córdoba).

En Logroño, un hombre mató a otro asestándole varias cuchilladas en el cuello poco después de las nueve de la mañana. El fallecido, de 47 años, regresaba en su silla de ruedas de dejar en el colegio a la hija de seis años que su mujer había tenido con el presunto homicida, de 54.

Según los vecinos, la mujer había pasado un periodo separada de su marido, el hombre asesinado, con quien tenía dos hijos adolescentes, y, en ese tiempo, tuvo una hija con otro hombre, el presunto asesino, con el que compartía la custodia de la niña. El fallecido tenía problemas de diabetes y eso había provocado que le amputaran parte de los dos pies, por lo que salía a la calle ayudado por una silla de ruedas eléctrica.

NOTA AL VECINO

En Oviedo, una mujer de 65 años murió de varios golpes en la cabeza, presuntamente a manos de su pareja, de 51 años, que fue detenido posteriormente. La Policía halló el cadáver en el dormitorio de su domicilio, después de que un vecino encontrara una nota en el buzón en la que el homicida pedía que se avisara a la policía y anunciaba su intención de quitarse la vida. No consta denuncia previa de la mujer fallecida en Oviedo.

Junto al cuerpo de la víctima se encontraron unas pesas ensangrentadas, con las que los investigadores creen que el hombre habría asestado a la mujer los golpes mortales en la cabeza. Además de la nota en el buzón, los agentes hallaron en el interior de la vivienda otras tres cartas en las que el hombre se atribuía la muerte de la mujer y anunciaba su intención de suicidarse.

El presunto homicida, con el que la mujer llevaba conviviendo cinco o seis años, fue detenido poco después en Gijón.

Estas víctimas mortales de la violencia machista se unen a las tres del domingo: una mujer de 28 años asesinada en Baena por su pareja y otras dos, madre e hija, asesinadas en Llíria. El agresor tenía orden de alejamiento de la hija. La madre tampoco será considerada víctima de la violencia machista, como tampoco lo fue Laura del Hoyo: era solo amiga de Marina Okarynska. Ambas fueron asesinadas por Sergio Morate, expareja de Okarynska, el pasado agosto en Cuenca.