Varios 'selfis' de la piel al año pueden ayudar a salvar vidas

La detección precoz es vital en el caso de los melanomas, que causan unas 900 muertes al año en España

EXPLORACIÓN. El doctor Vicenç García-Patos, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitari Vall d'Hebron, comprueba las manchas en la piel de la espalda de una paciente.

EXPLORACIÓN. El doctor Vicenç García-Patos, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitari Vall d'Hebron, comprueba las manchas en la piel de la espalda de una paciente.

Carme
ESCALES

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«La piel se pone morena, fabricando más melanina, como respuesta a un daño que ya nos está produciendo el sol». La afirmación, en boca de la dermatóloga Helena Collgros, secretaria de la Societat Catalana de Dermatologia de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya, es altamente reveladora. Esta circunstancia explica la facilidad con la que la exposición de nuestra piel al sol es responsable del melanoma, la principal causa dermatológica de muerte.

«Pero por un melanoma no debería morir ningún paciente. Afortunadamente, sobre la piel todo es visible», destaca el jefe de Dermatología del Hospital Universitari Vall d'Hebron, Vicenç García-Patos. Y el primero en detectar cualquier anomalía en su piel debería ser el propio paciente. Por ello, García-Patos recomienda seriamente fijarse bien en la piel, sobre todo ahora que hay ocasión de mostrar muchas partes del cuerpo cubiertas en invierno, como la espalda o las piernas. «Además de la prevención primaria, que consiste en evitar los factores que sabemos que se relacionan con el cáncer de piel, básicamente protegerla bien de los fuertes rayos del sol, como prevención secundaria la autoexploración puede evitar los peores diagnósticos», señala el dermatólogo del Vall

d'Hebron. «Utilizando las cámaras fotográficas, y la colaboración de alguien para zonas más inaccesibles para uno mismo como la espalda, es muy útil tomar fotos de la piel, sobre todo de las localizaciones de lunares, pecas o cualquier mancha que destaque. Si las introducimos en el ordenador y repetimos la operación dos o tres veces al año, podremos compararlas y detectar con facilidad si el color, el tamaño o la extensión de las manchas se ha modificado en algún sentido», indica el especialista.

CUÁNDO PREOCUPARSE / «La evolución de la mancha es lo más importante», puntualiza la doctora Collgros. «Ante cualquier lesión, ya sea de reciente aparición o de toda la vida, si vemos que presenta cambios en un periodo corto de tiempo, en su coloración, un aumento de medida, sobre todo si es asimétrico, o en su forma, es muy importante consultar rápidamente al dermatólogo para descartar que no se trate de un melanoma, el cáncer de piel más peligroso», apunta la dermatóloga. «Este tipo de cáncer puede empezar como una peca de aspecto banal, pero el hecho de que cambie nos debe alertar», dice. «Si se diagnostica precozmente, es curable en la mayoría de los casos, pero si se retrasa su detección puede empezar la fase de crecimiento invasor y sus células pueden extenderse a los ganglios linfáticos y al resto de órganos, provocar metástasis y ser potencialmente mortal», añade.

«En España fallecen al año entre 800 y 900 personas por melanoma», informa Vicenç García-Patos. «Se dan entre 7 y 8 casos por cada 100.000 personas -más en las piernas, en mujeres, y en la cara y el cuero cabelludo, en hombres-. Pero la prevalencia del melanoma aumenta entre el 7% y el 10% anualmente a nivel europeo», añade.

A parte del melanoma, los carcinomas escatoso y basocelular también son cánceres de piel, pero, en la mayoría de casos, se operan y se curan. También la exposición solar y las quemaduras, sobre todo en la infancia y la adolescencia, tienen que ver con ellos. Antes de discernir con un dermatoscopio o una biopsia si una mancha es un melanoma o un carcinoma, primero hay que haberla detectado. De ahí la importancia de tener a la vista nuestro mapa cutáneo. «Ese selfi no es ninguna tontería. En el diagnóstico del melanoma, las semanas cuentan», concluye García-Patos.