UNA OBRA LARGAMENTE REIVINDICADA

Una carretera para el puente

El puente sobre el Ebro fue inaugurado en 1997 y 17 años después sigue conectando solo con una pista forestal.

El puente sobre el Ebro fue inaugurado en 1997 y 17 años después sigue conectando solo con una pista forestal.

RAFAEL MORALES
RIBA-ROJA D'EBRE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Diecisiete años después de su inauguración en el verano de 1997, el formidable puente de hormigón construido en Riba-roja d'Ebre (Ribera d'Ebre) parece que va a tener utilidad. El proyecto para la construcción de una carretera entre Riba-roja y La Granja d'Escarp (Segrià), que permitiría conectar el norte de la comarca de la Ribera d'Ebre con Lleida y Aragón, ha recibido un impulso que parece definitivo. Los proyectos informativo y de impacto medioambiental están en el trámite de exposición pública y podrían dar paso a la construcción definitiva de una carretera reivindicada desde hace la friolera de más de 80 años.

«¡Ya era hora!», sentencia la vecina Mercè Aguilar, que ve en la carretera una vía para la transformación del pueblo y de sus habitantes. El trámite administrativo iniciado por la Generalitat y que, en el mejor de los casos no será realidad en menos de dos años, según precisa el alcalde de Riba-roja, Antonio Suárez (CiU), ha sido posible gracias al consenso alcanzado por los alcaldes de las tres poblaciones directamente afectadas. Los regidores de Riba-roja, Almatret (Segrià) y La Granja d'Escarp consensuaron el año pasado un trazado de 27 kilómetros que enlaza los tres municipios y que tiene un presupuesto de 41 millones de euros. Está por ver si lo cubrirá la Generalitat o el Gobierno central, ya que la carretera es también la vía de escape prevista en el caso de un accidente nuclear en Ascó.

«Es la propuesta más barata y la que tiene un recorrido más corto y un menor impacto medioambiental», aseguró Suárez. «Cuando esté hecha, la carretera marcará un antes y un después para los tres pueblos», afirmó el alcalde, que ayer acompañó a Xavier Flores, director general de Infraestructures de la Generalitat, en una visita para conocer sobre el terreno el recorrido previsto.

La ejecución del proyecto permitirá cumplir con el plan de emergencia exterior de la central de Ascó (situada a 12 kilómetros de Riba-roja), ya que en caso de evacuación por accidente nuclear los vecinos de esta población no tendrían que retroceder para ir hasta la C-12 en Flix (a seis kilómetros), sino que podrían dirigirse al punto de concentración fijado en Maials.

La vergüenza del pueblo

También se pondría fin a la situación insólita que se da en Riba-roja, ya que la carretera daría continuidad al puente sobre el Ebro que se inauguró en 1997 y que va a parar a una pista forestal. «Es una vergüenza», mantiene Aguilar. «El puente no tiene sentido si no se hace la carretera», añade. «Es el único pueblo de Catalunya que tiene un puente sin carretera», lamenta el alcalde de Riba-roja.

La construcción de la carretera se empezó a plantear a principios de los años 30 del siglo pasado. Debía dar salida al cul de sac en que se encuentran los pueblos de la zona y a una mejor conexión con LleidaAragón e incluso Barcelona a través de la autovía A-2 y la autopista AP-2. «Llevo diez años aquí y no he visto que cambie nada», explica Petra Dalton, una británica atraída por la pesca del siluro.