FORO DE DEBATE CORNELLÀ CREACIÓ

La segunda revolución médica

El científico Manel Esteller y el directivo farmacéutico Federico Plaza se muestran convencidos de que los próximos años cambiarán radicalmente la manera de abordar el cáncer

Foro Cornellà Creació 8Esteller (izquierda) y Plaza, durante un momento del debate.

Foro Cornellà Creació 8Esteller (izquierda) y Plaza, durante un momento del debate.

ANTONIO MADRIDEJOS / CORNELLÀ

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La investigación en el ámbito de la oncología ha experimentado en los últimos años un salto tan espectacular, sin apenas parangón en otros campos, que algunos cánceres que tenían una mortalidad elevadísima se curan ahora en un 80% de los casos, destacaron ayer el científico Manel Esteller y el directivo farmacéutico Federico Plaza durante un debate organizado por el fórum Cornellà Creació. Ambos confíaron además en que las terapias personalizadas -en función del análisis genético de los pacientes- y las nuevas líneas terapéuticas, como la quimioterapia selectiva que se dirige a las células cancerosas y respeta los tejidos sanos, originen una nueva revolución. «Estas estrategias ya están llegando a los hospitales», destacó Plaza, directivo de Roche Farma España.

«Al menos el 25% de los tumores de mama ya se abordan con tratamientos personalizados», puso como ejemplo Esteller, director del programa de Epigenética del Idibell (Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge). Pese a los costes que puede acarrear esta nueva medicina, «económicamente es rentable porque se está dando el fármaco adecuado al paciente adecuado», dijo. Ya hay incluso tratamientos farmacológicos que se aplican a grupos reducidos, unas 1.000 personas en el caso de España, añadió Plaza. «Puede parecer caro, pero sabemos que habrá una respuesta muy buena y no habrá despilfarro. Luego ahorras».

Esteller y Plaza coincidieron en que Barcelona y en general Catalunya han contribuido de forma destacada al desarrollo de nuevas terapias y fármacos, pero todavía falta un nuevo impulso para convertirlas en la «California europea», como destacó el primero. «No tenemos grandes recursos naturales y sabemos que el turismo tiene sus límites», comentó ante los más de 160 asistentes al fórum.

«En los programas electorales de los partidos -recordó Esteller- apenas se menciona el desarrollo científico». En su opinión, la apuesta por la ciencia debería estar al margen de intereses políticos. También emplazó a políticos y gestores a ser pacientes: «Normalmente se piensa en dos o tres años de plazo, cuando gran parte de las investigaciones tardan bastante más en obtener éxitos».

Ambos también incidieron en la necesidad de que las universidades y los centros públicos de investigación, centrados a menudo en la fase básica de la ciencia, y las empresas biotecnológicas y farmacéuticas, volcadas en la fase de desarrollo de productos, se complementen. «Se se debe reforzar la comunicación entre la investigación más académica y la más industrial", dijo Esteller.

Plaza explicó por su parte que todo el mundo debe entender que el sector farmacéutico es un pecular sector que trabaja con «ciclos muy largos». Desde que se descubre una molécula con potencial terapéutico hasta que llega al mercado un fármaco que aprovecha el mismo principio hay un largo camino que encarece el producto final.

A preguntas de los asistentes, el director de Epigenética del Idi-

bell recordó que no hay una fórmula mágica para evitar el cáncer, pero sí insistió en que hay factores «de pura lógica» que reducen el riesgo. Esteller citó en primer lugar el tabaco, implicado lógicamente en el cáncer de pulmón, pero también en otros de elevada incidencia como los de vejiga o laringe. También recomendó no abusar del sol, sobre todo si se tiene la piel clara, mantener una dieta equilibrada («comer de todo un poco»), vacunar a los niños, respetar los ciclos sueño-vigilia y no abusar del alcohol. «El estrés quizá influya, pero no lo podemos asegurar», concluyó.

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