Riudaura está en pie de guerra contra el 'fracking'

Los habitantes deRiudaura (Garrotxa) están en pie de guerra desde que, hace varios meses, un vecino, Xavier Palomo, descubrió que alguien había marcado conpintura azulnumerosos árboles situados en sus tierras. Las alarmas saltaron por el temor a que esas marcas --a las que luego se han sumado otras-- indicaran el inminente comienzo de prospecciones para buscar hidrocarburos en su idílico entorno, ya que esta pequeña localidad próxima a Olot es uno de los municipios afectados por el llamado proyecto Ripoll. Se trata de una iniciativa empresarial para hallarnuevos yacimientosimpulsada por la firmaTeredo Oils Limited, que cuenta con los permisos de laGeneralitatdesde el mes de octubre y que afecta a51.000 hectáreasde una veintena de pueblos delRipollès,Osonay laGarrotxa. El director general de Teredo Oils, Philip Hubert Paris, niega que se vayan a utilizar técnicas de 'fracking' aunque sí "de estimulación", con la inyección en el subsuelo de agua y arena para facilitar la extracción de gas.

A principio de la década de los 60, Riudaura ya fue objeto de una intensacampaña de perforacionespara encontrar petróleo en sus tierras. Una de las torres que se levantaron entonces se adentró unos 2.000 metros en el subsuelo con resultados esperanzadores. Se halló gas y petróleo, pero la rentabilidad de los yacimientos se consideró insuficiente. Ahora las cosas han cambiado: el precio del crudo está por las nubes y se han descubierto nuevos sistemas de extracción, en los que los hidrocarburos no convencionales, especialmente el gas, son explotados con técnicas como el polémico 'fracking' (fractura hidráulica).

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