Rajoy todavía adeuda las ayudas al Ebro del 2013

Mariano Rajoy viajó ayer al epicentro de las inundaciones del Ebro para calmar los ánimos con un paquete de ayudas recién cocinado en el Consejo de Ministros, pero se encontró con una respuesta inesperada. La alcaldes de las poblaciones zaragozanas afectadas le afearon que aún no han cobrado las subvenciones aprobadas tras las riadas del año 2013 y le exigieron que el nuevo decreto «sea más efectivo».

«Difícilmente podemos pensar que mañana nuestros agricultores y ganaderos vayan a recibir las ayudas del 2015 cuando las anteriores están sin cobrar», declaró la alcaldesa de Fuentes de Ebro, María Pilar Palacín, tras escuchar a Rajoy comprometerse a aplicar «con rapidez» las medidas aprobadas y gastarse «todo lo que sea preciso» en reparar los desperfectos.

El decreto es una amalgama en la que se abordan los efectos de todos los temporales registrados desde el pasado 1 de enero y los que eventualmente puedan suceder hasta el 30 de mayo. Está dotado con 105 millones de euros y la cantidad reservada a la zona del Ebro es tan solo de 25 millones, según precisó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Dada la premura con que se ha preparado para que Rajoy no tuviera que presentarse de vacío ante los alcaldes, la cifra «se ampliará para atender todas las reclamaciones que se presenten en un plazo de dos meses», según el presidente, que ni siquiera quiso dar la cifra en la rueda de prensa convocada en Zaragoza.

La mayoría de los 22 alcaldes convocados le transmitieron también su malestar por los graves fallos en las previsiones y los datos «inexactos» de la crecida que aumentaron la angustia e impidieron tomar las medidas preventivas necesarias. También le plantearon la necesidad de llevar a cabo un dragado a fondo del río sin obtener respuesta.

INUNDACIÓN EVITABLE

En Catalunya, Unió de Pagesos se unió a las críticas de alcaldes y de la delegación del Govern de la Generalitat en las Terres de l'Ebre por el retraso con el que, en su opinión, se incrementó el caudal de desembalse desde el sistema de pantanos que abren paso al tramo catalán del Ebro. Si se hubiera subido el caudal desalojado con antelación, no habría sido necesario un incremento brusco de 1.550 m3/s a 1.800, con lo que se hubiera evitado la inundación de campos agrícolas, sobre todo en las zonas más bajas de Tortosa y Miravet, apuntó ayer el coordinador territorial del sindicato en el Ebro, Joan Montesó.

La situación está ya bajo control  en el tramo catalán del río. Si la riada, ya estabilizada, no va a más, los daños quedarán reducidos a embarcaderos y fincas próximas al Ebro.