COMPARECENCIA DEL 'CONSELLER' DE INTERIOR EN EL PARLAMENT

Puig tira pelotas fuera

VÍCTOR VARGAS LLAMAS
BARCELONA

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Inexpugnable. Un adjetivo que encabeza incontables fichas futbolísticas sobre la actuación impenetrable de un portero y que bien podría definir la intervención delconsellerde Interior, Felip Puig, ayer ante la diputación permanente del Parlament. Como si de un partido de fútbol se tratara, Puig acudió a la cita con la táctica bien aprendida: liderar en solitario la defensa de su equipo, el Departament d'Interior y el cuerpo de los Mossos d'Esquadra, sin permitir la más mínima incursión de los rivales. Y ante la amenaza de sucumbir contra unos adversarios que le superaban en efectivos, el dirigente optó por no complicarse la vida y zanjó cualquier pregunta que cuestionara la actuación policial el día de la huelga general con idéntica consigna expeditiva: pelotas fuera.

Consciente de que el rival sería especialmente incisivo por la izquierda, Puig atajó sin demora las preguntas que llegaban desde esa banda. Como la del representante de ICV, Josep Vendrell, que le pidió explicaciones de cómo perdió el ojo Ester Quintana el 14-N en el paseo de Gràcia de Barcelona, coincidiendo con una intervención policial en la zona. «Allí no se lanzó ni una pelota de goma. Solo hubo dos salvas de advertencia y sin proyectiles», reiteró una vez más elconseller, contradiciendo las palabras de la propia mutilada. «Los Mossos sí dispararon. Yo soy la prueba», afirma Quintana en el vídeo divulgado por este diario. Ante la insistencia de la oposición para identificar al responsable de la agresión, Puig mandó otro balón a las nubes. Insistió en que los Mossos no dispararon y desvió la atención hacia «individuos y grupos, algunos encapuchados, los únicos -sostuvo- que lanzaron objetos en esa zona». Las teorías delconsellerno convencieron a la oposición, que seguía buscando al autor del fatal lanzamiento. El portavoz del PSC, Xavier Sabaté, que junto con Vendrell pidió el cese delconseller, preguntó por qué los antidisturbios siguen sin mostrar una placa identificativa, a lo que Puig respondió sin pestañear: «Los agentes lucen escrupulosamente su identificación, pero si necesitan ponerse chalecos para protegerse puede quedar tapada».

Joan Puigcercós (ERC) quiso saber si estos dos años de gobierno le habían servido para concienciarse de la necesidad de buscar alternativas a las bolas de goma y proyectiles similares. Vendrell recordó que Alemania, Bélgica y Gran Bretaña ya no las usan, así como la Ertzaintza tras la muerte de un ciudadano vasco en abril de este año. Puig, impertérrito, volvió a despejar: «Estoy convencido de que en la próxima legislatura las bolas de goma serán uno de los temas de debate. Espero que el informe de Interior sirva para aportar luz a la cuestión».

ORDEN DE DISPERSIÓN / Redoblaban las ofensivas de la oposición. Esta vez, abordando el porrazo en la cabeza que un mosso propinó a un niño de 13 años en Tarragona el mismo 14-N. «¿Cree que las imágenes que hemos visto sobre [la agresión que sufre] el menor [con la cabeza ensangrentada] se corresponden con las declaraciones de Interior?», le preguntó Puigcercós. «Sí, sigo creyendo lo que me explican y que el golpe fue fortuito e involuntario», rechazó Puig. Sostuvo además que el incidente se produjo en el marco de una maniobra «de dispersión» que iniciaron los agentes después de que unos 150 miembros de un piquete «les lanzaran botellas de vidrio, piedras y hierro». Al perseguir a uno de ellos, según Puig, recibió el golpe el niño. «La orden de dispersar el piquete fue correcta, y aunque mi impresión sobre los golpes que recibieron el menor y la chica que le acompañaba es que pudieron ser desproporcionados y no ajustarse al protocolo, no debemos tomar decisiones por una impresión», dijo en su única, mínima concesión. Puig añadió que el caso se está investigando, pero que está en suspenso mientras la justicia no resuelva la denuncia de los afectados.

El representante del PP, Santi Rodríguez, cambió de costado el ataque y atribuyó a un «error» de planificación que no se evitara la agresión a la comisaría de la Policía Nacional en Via Laietana. Puig alegó que la comisaría montó ya por la mañana su propio sistema de seguridad, al tiempo que calificó de «muy buena» la coordinación de los cuerpos policiales, ya sin apenas tiempo para nuevos ataques de la oposición.