EL CRIMEN DE ALGETE

Prisión para el presunto asesino de Eva Blanco

El detenido es conducido a la comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en la localidad de Tres Cantos.

El detenido es conducido a la comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en la localidad de Tres Cantos.

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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El presunto asesino de Eva Blanco ya está en España. Llegó a Madrid a la 13.14. Agentes del Grupo de Homicidios del cuerpo la Guardia Civil de Madrid que han llevado a cabo la investigación de este homicidio se desplazaron ayer a Francia en un avión del cuerpo para hacerse cargo de Ahmed Chelh y ponerlo a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz. A las 16.45 llegó al juzgado, donde se le debía tomar declaración. Sin embargo, este español de origen marroquí, de de 52 años de edad, se negó a declarar. Sí permitió que se le tomaran muestras de ADN para que fuera cotejada con el de su hermano, clave para la resolución del caso, informa EFE.

Chelh está imputado por asesinato, agresión sexual y detención ilegal. Fue detenido el pasado 1 de octubre en la localidad francesa de Pierrefontaine Les Varans, 18 años después de que Blanco, una adolescente de 16 años, apareciera muerta en una cuneta en Algete (Madrid). El crimen estaba a punto de prescribir.

ALMUERZO E INSULTOS

Chelh pasó la mayor parte del viaje en avión desde Francia durmiendo. De Torrejón de Ardoz fue trasladado a la comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos. Allí almorzó. Tomó agua, zumo, leche condensada, galletas y barritas energéticas. Después fue llevado al juzgado. Llegó a las 16.50. Le esperaban unas 70 personas que le insultaron al grito de «¡Asesino!».

El presunto responsable de los hechos, asistido por un abogado de oficio, fue llevado a la cárcel de Soto del Real. Se da por hecho que la jueza activó el protocolo antisuicidio, dado que Chelh intentó quitarse la vida en la cárcel francesa en la que fue internado. En ese centro, el español de origen marroquí se hirió en el cuello, pero policías franceses evitaron que lograra su propósito.

La vida de Chelh dio un vuelco cuando fue detenido. Había vuelto a empezar en Francia, donde tiene mujer e hijos. Probablemente, pensaba que ya nunca le iba a tocar pagar por lo sucedido, no debía contar con que los investigadores seguían trabajando en el caso.

COLABORACIÓN CIUDADANA

Hasta 2.013 personas, en su mayoría vecinos de la localidad madrileña de Algete, se presentaron voluntariamente en 1999 ante la Guardia Civil para someterse a un análisis de ADN, pero ninguno dio positivo. El caso seguía sin respuesta y el tiempo corría en contra de los investigadores. Hace dos años, los agentes pidieron al Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) un nuevo estudio de la muestra genética hallada en el cadáver de Eva. En enero del 2014, la USC remitió sus resultados con un dato fundamental: el ADN pertenecía a un varón de origen norteafricano. Hace 17 años no habría sido posible determinarlo, pero ahora, si el ADN se encuentra bien conservado, como es el caso.

Los investigadores se apoyaron en el dato de que los restos biológicos que se encontraron en el cuerpo de la asesinada correspondían a un hombre norteafricano. Con el censo de Algete de 1995 a 1997 acotaron la investigación a 300 personas. La muestra número 90 era del hermano del detenido. A partir de ella se le pudo detener.