El obispo de Vigo suprime tras 2 años la orden acusada de abusos

El encarcelamiento, el pasado día 14, del líder de la secta de los miguelianos, Feliciano Miguel Rosendo da Silva, acusado de abusos sexuales continuados y asociación ilícita, ha llevado finalmente al obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fuiza, a suprimir la congregación fundada por el detenido, dos años después de haber recibido las primeras denuncias de irregularidades. Quinteiro firmó ayer el decreto de extinción de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel y expresó su «hondo pesar» por el «grave escándalo» causado por los miembros del grupo en la diócesis y en «toda España, con gran repercusión mediática».

Aunque las primeras informaciones sobre los supuestos abusos cometidos por Rosendo da Silva llegaron al obispo en diciembre del 2012, según ha reconocido el propio arzobispado, no fue hasta el pasado mes de abril cuando Quinteiro, tras una investigación interna, decidió intervenir la congregación y apartar a su fundador, que fue sustituido por un comisario extraordinario. Rosendo da Silva, a quien el arzobispado no denunció ante la justicia ordinaria, se trasladó entonces con una treintena de acólitos a Madrid, concretamente a dos chalets de las localidades de El Escorial y Collado Villalba, donde fundó la secta La Voz del Serviam y donde fue detenido el pasado día 11 junto con Marta Paz, su supuesta mano derecha. Esta, junto con otros dos imputados, quedó en libertad con cargos, acusada del presunto delito de asociación ilícita.

Exmiembros de la secta y familiares de adeptos, que son quienes llevaron el caso ante la justicia, han acusado a Rosendo da Silva de haber abusado sexualmente de varios acólitos, utilizando como pretexto supuestos ritos de sanación e incluso con el argumento de que a través de su semen les iba a llegar el cuerpo de Cristo. También le han acusado de liderar una «secta destructiva» que anulaba la voluntad de sus miembros y de amasar «una fortuna» con las aportaciones económicas que presuntamente exigía a sus fieles.

26 MIEMBROS

En el decreto firmado ayer, el obispo de Tui-Vigo destaca que en la actualidad la intervenida Orden y Mandato de San Miguel Arcángel contaba con solo 26 miembros, bajo la responsabilidad «directa e inmediata» de un comisario extraordinario nombrado tras la intervención de la congregación, y señala que «el grave escándalo» que ha salido a la luz con la detención de Rosendo da Silva «fue causado por algunos miembros que se dieron de baja» tras la intervención del arzobispado.

Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, que llegó a contar con unos 400 miembros, comenzó a desarrollar sus actividades como asociación privada de fieles en el 2003 y seis años después, en el 2009, fue reconocida como asociación pública de derecho diocesano. La casa de Oia (Pontevedra) que durante años fue el centro neurálgico de la congregación, y en la que supuestamente se produjeron gran parte de los abusos sexuales denunciados, fue registrada tras la detención de Rosendo da Silva por la Guardia Civil, como sucedió también con los dos chalets utilizados por este en la provincia de Madrid.