INVESTIGACIÓN INTERNA

Un mosso grabó a las policías en los vestuarios de la comisaría

La comisaría de los Mossos d'Esquadra de Badalona, ayer por la mañana.

La comisaría de los Mossos d'Esquadra de Badalona, ayer por la mañana.

MAYKA NAVARRO / BADALONA

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Se puso muy colorado y confesó: «No hace falta investigar. Esa cámara es mía». El resto de policías presentes se echó las manos a la cabeza.

El domingo pasado, el departamento de Asuntos Internos de los Mossos imputó a un policía autonómico de la comisaría de Badalona, concretamente de la Unidad de Investigación, que como mínimo desde el invierno grababa con una cámara oculta a sus compañeras en el vestuario de mujeres de las dependencias policiales. El agente fue interrogado, ha sido apartado del servicio y se el han retirado la placa y el arma.

La comisaría de Badalona es desde el domingo un hervidero y a muchos les cuesta todavía entender cómo Iván, un policía veterano, casado con una mossa, y que acababa de ser padre, pudo hacer semejante «barbaridad». Las mujeres de la comisaría, sus compañeras de hace muchos años, se han unido para solicitar a los mandos de los Mossos una investigación «transparente» para determinar desde cuándo las grababa y qué hacía con las imágenes. Algunas mossas han solicitado que sea una mujer de Asuntos Internos la encargada de visionar todo el material que los mossos encontraron en el ordenador del imputado, cuando el mismo domingo registraron su casa.

MOCHILA CALIENTE

La cámara se descubrió el domingo. Una mochila cayó desde lo alto de una de las taquillas del vestuario femenino. Una policía que se cambiaba en ese momento fue a coger la bolsa y notó que estaba muy caliente. La abrió y  descubrió el dispositivo de grabación. Entonces alertó al jefe de turno de la comisaría. La mochila estaba preparada con un orificio para grabar. Tomaron la cámara y empezaron a visionar el material grabado. El jefe de turno llamó entonces a Iván, que el domingo estaba de guardia. «Hay que investigar quién ha puesto esta cámara», le dijo. El investigador se puso muy rojo y nervioso, y confesó: «Esa cámara es mía».

Los agentes de Asuntos Internos, los encargados de investigar a los propios mossos, llegaron enseguida a Badalona. En esa misma grabación aparecía Iván colocando el dispositivo. Se había grabado a sí mismo.

VARIOS ÁNGULOS

Por las  imágenes que ya se han visionado, el mosso llevaba desde el invierno grabando a sus compañeras. Y por las tomas, colocó la mochila en diferentes puntos del  vestuario por lo que consiguió imágenes de diferentes ángulos.

«Es un hombre extrovertido, divertido. Nos hacía reir a todos. De repente soltaba unos monólogos desternillantes. No podemos entender cómo ha podido hacer semejante locura. Lo que está claro es que esto no es una broma. Ha llegado a grabar a sus propias compañeras, con las que salía a la calle a trabajar a diario». Lo cuenta uno de los mossos que ha trabajado con el imputado y que entiende la indignación de las mossas. Aunque las policías de investigación visten de paisano, es habitual que en algún momento del día salgan a correr por los alrededores de la comisaría y se duchen después.

El mosso imputado ha asegurado que el material grabado no ha trascendido de su ordenador, y que no lo ha compartido con nadie. «Está hundido», dice un compañero. Y las mossas, indignadas.