La menopausia tardía aumenta el riesgo de tumor de pecho

La retirada de la menstruación de forma precoz protege frente al cáncer

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La edad de inicio de la etapa en que las mujeres, por razones fisiológicas naturales, pierden la opción de tener hijos, la menopausia, está directamente vinculada al desarrollo, o a la protección, de algunas formas de cáncer de mama. Esta relación, conocida por los ginecólogos y provocada por la enorme interacción que existe entre el ciclo hormonal femenino y estos tumores, ha sido confirmada por investigadores de las universidades de Cambridge y Exeter, en Gran Bretaña, que han determinado que las mujeres que inician la menopausia antes de cumplir los 40 años son menos propensas a sufrir cáncer de mama.

Este beneficio lo proporcionaría el brusco descenso de la presencia de estrógenos en la sangre que se produce en la menopausia. En contrapartida, y dado que los estrógenos son las hormonas imprescindibles para que el organismo asimile y fije el calcio en el esqueleto, las mujeres que experimentan una menopausia precoz (antes de los 40 años) multiplican el riesgo de sufrir osteoporosis, la descalcificación acelerada de los huesos que implica el riesgo de fracturas, así como la diabetes tipo dos, vinculada a una dieta desequilibrada o excesivamente grasa.

A la inversa, ocurre lo contrario. Quienes mantienen la menstruación hasta edades consideradas tardías están en mayor riesgo que la media de la población femenina de padecer cáncer de mama, indica el mismo estudio. Cada año que se retrasa el inicio de la menopausia, señalan, aumentaría «hasta un 6%» el riesgo de sufrir ese tumor. La razón sería, de nuevo, la presencia de estrógenos en la sangre. Los epidemiólogos sitúan entre los 45 y los 50 años la franja vital en que se considera «normal» iniciar la menopausia. «Hasta un 85% de los cánceres de mama son hormonodependientes, es decir, su inicio está vinculado a la presencia de estrógenos en la sangre -afirma el doctor Ramon Riera Rovira, director del Institut Riera Bartra de la Clínica Sagrada Familia-. Es sabido que el hipoestrogenismo provocado por la menopausia precoz protege de estos tumores y, también somos conscientes de que, por la misma razón, es preciso controlar de forma exhaustiva a las mujeres que mantienen la menstruación hasta una edad tardía».

El efecto de la ausencia de estrogénicas en la sangre es mucho más determinante de lo que habitualmente se supone, añade el especialista. «Todo el cuerpo de la mujer se resiente cuando desciende la secreción de estrógenos coincidiendo con el inicio de la menopausia -asegura Riera Rovira-. Se produce una atrofia general de la piel, y esto se percibe especialmente en la mucosa vaginal». De ahí que, en algunos casos, sugieran una terapia con bajas dosis de hormonas femeninas.

TEMAS