ESTUDIO SOBRE ORIENTACIÓN EN MUNICIPIOS COSTEROS

Perdidos en la Costa Brava

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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El coche se detiene. El cristal baja y un hombre o una mujer apoyan su brazo sobre la ventanilla al tiempo que verbalizan: "Excuse me...". Lo que sigue es un turista preguntando por cualquier cosa. La playa, su hotel, un buen restaurante, un hospital, una farmacia. Sea como fuere, un 'guiri' perdido. Y según una auditoría del RACC, con razón. El club automovilístico ha presentado este martes un estudio sobre la señalización de orientación urbana en la Costa Brava. Y la cosa está muy mal. 

La entidad presidida por Josep Mateu es de una prudencia exquisita. Por eso, en su presentación, sostiene que estos municipios "necesitan mejorar". Luego, en conversación con el 'manager' técnico de la Fundación del RACC, Lluís Puerto, queda claro que el asunto es algo más sangrante. Catalunya dispone desde el 2005 de un manual de señalización elaborado por la Generalitat. Pero se trata de un compendio de recomendaciones, en ningún caso de obligaciones, como las que sí existen en las vías interurbanas. De este modo, el es gobierno local de turno el que tiene la potestad de perpetrar o mejorar la situción. El RACC no solo considera que el manual debería ser obligatorio, sino que recomienda que exista un "protocolo de revisión que evalúe la situación cada cinco años". 

La entidad ha estudiado la situación en Blanes, Lloret, Sant Feliu de Guíxols, Palamós, Palafrugell, L'Escala y Roses. La valoración es desigual, pero en conjunto, la media de los siete municipios logra un aprobado raspado, un 52,5 sobre 100. El problema más acuciante es la falta de continuidad, esto es, la dificultad de alcanzar un destino una vez avistada la primera señal, cuyo rastro se pierde conforme se avanza por el casco urbano. A este factor, el RACC le otorga el 40% de la nota final, y solo uno de las localidades (Blanes) pasa el corte, con un cinco pelado.

PALAMÓS, A LA COLA

La auditoría también ha estudiado la comprensión de las señales, la visibilidad y el mantenimiento. Técnicos del RACC realizaron, entre enero y febrero, 100 itinerarios con 45 destinos y con 23 puntos de origen, básicamente las carreteras cercanas a la Costa Brava. Palamós es el núcleo que se lleva la peor valoración, con un 42,6, seguido de Lloret (44,1), L'Escala (48,4), Roses (50,3), Sant Feliu de Guíxols (53,7), Palafrugell (61,9) y Blanes (66,1). 

Puerto reclama un "análisis integral" para evitar que una modificación urbanística, un cambio de sentido o una peatonalización pasen desapercibidas para la señalización vial. "A la larga, cuando no existe esta mirada más de conjunto, estos problemas acaban aflorando", resume el responsable técnico de la Fundación del RACC. A la vista de los resultados, este experto considera que lo que todavía son recomendaciones pasen a ser de obligado cumplimiento. Por una razón tan obvia como lógica: la primera impresión que se lleva el turista que llega en coche es la señalización para alcanzar su destino de vacaciones.

Sucede lo mismo con el turista que aterriza y coge un taxi: si le tratan bien, la cosa tiene mejor pinta. Es indudable, señala Puerto, que preguntando se llega a todas partes. "Pero resulta llamativo que estos ayuntamientos no se den cuenta de que las señales de tráfico "forman parte de la experiencia del turista en su ciudad". El caso más inquietante de todos, según la auditoría, es el del hospital de Palamós, prácticamente imposible de encontrar a no ser que uno sea trabajador del mismo o vecino de toda la vida. 

MARCAR LOS APARCAMIENTOS

En cuanto a la comprensión de los símbolos, la media de los siete municipios es de 42,8, y solo Blanes y Palafrugell evitan el suspenso. Llaman la atención, por bajas, las notas de L'Escala (32) y Palamós (28). El principal error en este factor es el exceso de señales y pictogramas en los paneles, imposibles de asimilar por parte del conductor. La visibilidad sí logra el favor del RACC, que otorga a los municipios analizados una nota media de 71, sin que ninguna suspenda. Por último, el mantenimiento, consigue una valoración media de 64, aunque una vez más Palamós se queda muy por debajo (33).

El RACC echa también de menos que los aparcamientos estén más y mejor señalizados al tratarse de "zonas con una elevada concentración de actividades". El automóvil club recomienda "uniformizar las señales públicas con las privadas, sin superar el máximo recomendado de símbolos y estableciendo un orden lógico de los elementos dentro del panel". 

Preguntado sobre la incidencia de sus estudios, Puerto señala que no hay una respuesta homogénea. Sus consideraciones ya están en la mesa de los ayuntamientos implicados. En esto, Puerto también echa mano de la fina prudencia: "Cuando hay elecciones cerca siempre hay más sensibilidad".