Macrojuicio en Barcelona

Los Black Panthers catalanes admiten que han traficado con drogas

El fiscal rebaja la peticion de condena tras un acuerdo con la defensa

Mossos en la operación contra los Black Panthers, en febrero del 2013.

Mossos en la operación contra los Black Panthers, en febrero del 2013.

J. G. ALBALAT / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una veintena de miembros de la banda latina Black Panthers (Panteras Negras), entre ellos sus cabecillas en la capital catalana y L’Hospitalet de Llobregat, y otras tres personas vinculadas a ellos han admitido pertenecer a una organización que distribuía droga y amenazaban a los que pretendían abandonar sus filas. Tras un pacto con la fiscalia, los procesados reconocieron los hechos y la acusacion publica ha rebajado las penas inicialmente solicitaba (hasta 23 años de cárcel), exigiendo penas que oscilan entre los dos y los ocho años de prision.

El macrojuicio se ha celebrado en el salón de actos de la Ciutat de la Justícia de Barcelona, dado el alto número de imputados y abogados. El tribunal se ha trasladado expresamente a este recinto.

Los Mossos desarticularon esta banda, que resultó decapitada, en febrero del 2013. En los registros practicados en las viviendas de los acusados se halló droga, sobre todo marihuana, pistolas, cartuchos, catanas, machetes, espadas, porras y bates de béísbol.

Los Black Panthers, que nacieron en Estados Unidos en los años 60, se implantaron en Catalunya entre el 2002 y el 2005, distribuyéndose entre Barcelona y L’Hospitalet mediante la formación de «bloques», que no son otra cosa que pandillas de barrio. Su estructura es piramidal y jerárquica. El fiscal señala en su escrito de acusación que los cabecillas acordaban represalias o castigos físicos a los adeptos que pretendían separarse de la organización. Y para controlar los puntos de venta de droga, la red no dudaba en enfrentarse a otras organizaciones.