RECHAZO UNÁNIME DE UN MODELO TURÍSTICO CONTROVERTIDO

Lloret se harta y dice 'no' al turismo etílico tras nuevos disturbios

Tres momentos del episodio de violencia callejera que se vivió en la avenida de Just Marlés, la calle de la marcha en Lloret, la madrugada del jueves.

Tres momentos del episodio de violencia callejera que se vivió en la avenida de Just Marlés, la calle de la marcha en Lloret, la madrugada del jueves.

RAÜL MUXACH
LLORET DE MAR

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Lloret de Mar ha dicho basta. Lo ha dicho el alcalde, lo han dicho los vecinos y lo ha dicho buena parte del sector turístico. La población lleva tiempo intentando cambiar de modelo productivo, librarse del peso excesivo de la noche, pero la realidad en la avenida de Just Marlés desde que se pone el sol hasta que vuelve a salir es tozuda y amenaza con arruinar casi 10 años de esfuerzos. Los disturbios de la madrugada del jueves, una batalla campal en toda regla entre jóvenes fiesteros y policía, parece haber sido la gota que colma el vaso. El paso que rebasa la línea roja. «Un punto de inflexión», según el alcalde, Romà Codina (CiU).

«Estamos indignados», aseguró el primer edil en una comparecencia en la que le secundaron todos los representantes políticos del municipio. Codina desgranó un discurso de condena de los hechos y explicó los puntos básicos de una hoja de ruta que Lloret quiere aplicar para acabar «con el modelo que sigue una parte del empresariado y que es insostenible e incompatible con el modelo de ciudad turística por el que apuesta la población».

EL MENSAJE EN EL EXTRANJERO / Seguía atentamente su comparecencia el secretario general de la patronal del ocio nocturno Fecasarm, Joaquim Boadas. Apoya al consistorio, como también lo hace la Asociación de Comerciantes. Según Boadas, hay que «endurecer» el mensaje en origen para que los operadores turísticos dejen de utilizar «la fiesta desbocada como reclamo», para que los jóvenes lleguen a Lloret sabiendo que enfrentarse a la policía tiene un precio: «No es un juego».

Y es que el enfrentamiento con la policía (la madrugada del jueves había 150 agentes entre mossos y policías locales) parece haberse convertido en el deporte de moda esta semana en Lloret. Tras los altercados de la noche del domingo al lunes, en la madrugada del jueves (con 150 mossos y policías locales vigilando la arteria de la marcha) se produjo el mayor tumulto desde el 2004, saldado con 20 detenidos (la mayoría franceses) y 22 heridos, 9 de ellos agentes. Uno de los detenidos es menor.

Pinchaba en la discoteca Colossos DJ Tiësto, verdaderocrackde los giradiscos, y el local estaba abarrotado con 1.800 jóvenes a los que el repentino calor acercó a un episodio de histeria colectiva. Se fue el suministro eléctrico y se puso en marcha el generador, pero sin suficiente potencia para mantener el aire acondicionado. «La gente estaba muy nerviosa», explicó ayer Kevin Doucet, un turista belga de 22 años. «Nos pidieron que saliéramos y nos encontramos con la policía empezando a golpear», añadió antes de reconocer que hubo elementos que caldearon el ambiente. Según la policía se produjo un colapso entre los que intentaban salir y los que aún hacían cola y presionaban para entrar. Eran más de las dos de la madrugada. Fue el inicio de unos disturbios en los que no faltó el puro vandalismo.

DESTROZOS / Aparte de las detenciones y los heridos, la refriega dejó a su paso un reguero de cristales rotos, señales torcidas, maquinas de bebidas volcadas y contenedores quemados. Nada nuevo para María, una vecina de la calle de la Oliva, que desemboca en la avenida de Just Marlés. «Cada mañana hay que coger fregona y cubo y limpiar los meados para poder salir a la calle», contó. Y cargó contra los malos empresarios a los que aludió el alcalde: «Esta gente, que se llena los bolsillos, hace daño a Lloret. Aquí vive gente. Los trabajadores nos tenemos fastidiar».

El consistorio ha ideado un plan de choque que piensa aplicar a rajatabla. Se controlará el aforo de los locales nocturnos y el acceso a estos de menores. Maurici Carbó, gerente de Lloret Turisme, aseguró que «si no cumplen las normas seran cerrados». También se ampliará la ordenanza de vía pública para controlar la venta ambulante y la prostitución de calle, y en setiembre se tramitará una ordenanza para perseguir todo acto incívico y losdisco-tours,que promueven el consumo desaforado de bebidas alcohólicas. Ayer mismo entraron en vigor las medidas del recuadro de la izquierda. Esta vez parece que va en serio.