parricidio cometido por un menor

Un joven de 17 años degüella a su madre en Rubí

La familia pasaba apuros económicos tras haber perdido el trabajo la mujer

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VÍCTOR VARGAS LLAMAS / RUBÍ

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Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a un joven de 17 años como presunto autor de la muerte de su madre en el domicilio familiar, en la localidad de Rubí (Vallès Occidental). La mujer falleció degollada en la madrugada del martes al miércoles, pero no fue hasta las 16.30 horas de ayer cuando la policia catalana recibió una llamada, posiblemente del propio joven, alertando del crimen, según fuentes próximas a la investigación.

Los agentes que se desplazaron hasta el domicilio de la familia, sito en la calle de Terrassa, hallaron el cadáver de la mujer en el suelo con heridas propias de arma blanca. La policía detuvo al hijo de la fallecida ante las evidencias que hallaron en el escenario del crimen. Dado que el joven es menor de edad pasará a disposición de la Fiscalía de Menores.

La víctima, C. M. J., tenía 55 años y era de nacionalidad estadounidense, si bien llevaba viviendo muchos años en Catalunya, según explicó una persona que vive a pocos metros del hogar de la fallecida.

La mujer se había separado de su marido, español, hace unos dos años y estaba pasando por graves apuros económicos, después de haber perdido el empleo en la última empresa en la que había trabajado, según fuentes vecinales.

DOMINIO DE VARIOS IDIOMAS

C. M. J. era titulada en secretariado bilingüe por una escuela de Washington y habia trabajado en diversas empresas en puestos relacionados con la atención al cliente y las ventas. «Como dominaba varios idiomas, ahora se dedicaba a hacer traducciones, insuficientes para ganarse la vida», explicó un vecino.

Un residente en la misma calle aseguró que a principios de la semana pasada la propia C. M. J. le confesó que la dificulltad para obtener ingresos le había abocado a una situacióm de impago por la que «estaba a punto de sufrir un desahucio».

El padre Joaquim Meseguer, de la parroquia de Sant Pere, próxima al hogar de la víctima, confirmó la complicada economía familiar, dado que la mujer había acudido «en diversas ocasiones al servicio de comedor de Cáritas» de la localidad vallesana.

El religioso explicó que el padre Santiago, vicario de Rubí, había comprobado que la mujer estaba con el ánimo decaído por los aprietos económicos que sufría, pero que ni ella ni su hijo presentaban síntomas de sufrir algún tipo de trastorno psicológico. Los vecinos coincidían con la perspectiva del religioso, hasta el punto de poner en cuestión que el vástago sea «responsable de semejante atrocidad».

Ahora corresponderá a los agentes del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Metropolitana Norte determinar si el chaico padece algún tipo de alteración mental o si el vínculo con su madre presentaba alguna anomalía que explicara una reacción de este tipo para confirmar o desmentir la autoría del crimen.