Gente corriente

Joan Antoni Forcadell: «Hagas lo que hagas, tienes que entregarte al máximo»

Un 10 en sensibilidad. Con sus notas brillantes rompe el prejuicio de que los vagos van a letras.

«Hagas lo que hagas, tienes que entregarte al máximo»_MEDIA_1

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GEMMA TRAMULLAS

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En la era del cambio permanente, la frontera académica entre ciencias y letras se mantiene inamovible y perpetúa los prejuicios sobre los estudiantes de una y otra rama del conocimiento. Joan Antoni Forcadell viene a romper el estereotipo del alumno de letras. Este joven de Amposta ostenta la nota más alta de Humanidades en la Universitat Autònoma de Barcelona: ¡un 13,280 sobre 14! Tímido y sensible, estudió en el instituto Ramon Berenguer IV y su trabajo de bachillerato sobre Sebastià Juan Arbó ya fue multipremiado. También es cantante lírico -descubrió la ópera navegando por Youtube- e igual se pone en la piel del Don Carlo de Verdi que en la de Frank Sinatra.

-Con matrícula de honor en bachillerato y un 13,280 sobre 14 tras la selectividad, podía haber accedido sin problemas a la carrera con la nota de acceso más alta, el doble grado de Física y Matemáticas.

-No me hubiera importado. Me gustan las ciencias y las letras.

-En cambio ha escogido Lengua y Literatura españolas, donde solo piden un 5. Más de uno se habrá llevado las manos a la cabeza.

-Un profesor de mi instituto me dijo que no sería nada en la vida.

-Caray, menudo argumento.

-Aquello acabó de decidirme. Quiero demostrar que es todo lo contrario.

-Permítame seguir con aquel argumento. ¿Es útil un experto en lengua y literatura?

-A mí me gustaría ser editor o corrector literario. No sé dónde estaré en cinco años, pero este tiempo de mi vida lo tengo que invertir en ser lo más feliz posible (que es para lo que hemos venido a esta vida) y a mí esta carrera me hace feliz. Además, ¿qué es útil? Por ejemplo: ¿hay algo más noble que hacer una película que haga feliz a la gente durante un rato? Quizá alguien lo considere anecdótico, pero para mí es fundamental.

-En las mates no hay paro.

-Estamos en un mundo en que todo cambia constantemente. El hecho de estudiar matemáticas no es ninguna garantía de que tu futuro será mejor. La gente que accede a los puestos más altos es siempre la que tiene la nota más alta.

-¿Hasta ahora no se le ha resistido ninguna asignatura?

-Educación Física [ríe]. Saqué un 6 en primero de la ESO, pero remonté hasta el 10. Es importante inculcar la cultura del esfuerzo. Hagas lo que hagas, tienes que entregarte al máximo. Esto es fundamental en cualquier ámbito de la vida.

-¿Están sobrevaloradas las notas?

-Mucho. Las notas son un indicador muy pobre, porque se ponen  en función de un examen y no valoran otras aptitudes.

-¿Hay alguna lectura o profesor que haya sido clave en su elección de estudios?

-Le debo mucho a mi madre y mi tutora del trabajo de investigación, Maria Gallego, ha sido fundamental. Ella ha sido una mentora, una guía, y nunca sabré agradecerle todo lo que ha hecho por mí. Estos profesores implicados no deberían jubilarse nunca. La echaré mucho de menos.

-Podría acceder a una beca para estudiar en las mejores universidades del mundo.

-Yo en mi pueblo tengo una serie de cosas que en el extranjero no me darían.

-¿Qué cosas?

-Por ejemplo, mi abuela.

-¡¿Su abuela?!  Entre tanta ansia de títulos, que alguien ponga por delante de su carrera a su abuela resulta conmovedor y esperanzador.

-No sé cuánto tiempo podré disfrutar de ella y para mí eso es mucho más importante que cualquier estudio en el extranjero. Soy muy familiar y considero que mi felicidad está en el pueblo.