Gracias, huelguistas

Josep Maria Plantelech y Claudine Lauzeral son dos de los miles de turistas afectados por la huelga salvaje de los controladores aéreos. Supieron reaccionar a tiempo, no obstante, para buscar una alternativa con la que desconectar de la tensión del trabajo, que reparten entre Barcelona y Olot. Ayer al mediodía abandonaron el hotelito rural en el que se han alojado en Gratallops (Priorat) después de que el sábado por la mañana vieran frustrado el viaje que habían organizado a Nápoles.

«No estábamos dispuestos a la incertidumbre y a tener que esperar dos días para que se solucionara el problema», explica Plantelech. Y por ello, como buenos aficionados al vino y al senderismo, echaron mano de un plan B: «Decidimos conocer el Priorat, que era algo que teníamos pendiente, y la verdad es que ha sido fantástico. Seguro que volveremos».

Más de 3.000 plazas

La pareja Plantelech-Laurezal ha sido una de las que, de rebote, han beneficiado a los empresarios del turismo rural, aunque en esta época del año sus alojamientos suelen tener una ocupación del 100%. Eso es al menos lo que ha ocurrido en los 17 establecimientos de la Conca de Barberà y en los 36 del Priorat, pero también en el delta del Ebro y, en general, en las más de 3.000 plazas de turismo rural que ofrece Catalunya.

«Tenemos la suerte de que nuestros clientes no tienen que venir en avión», explica Marina Cheper, presidenta de la asociación de casas de turismo rural de la Conca de Barberà. Asegura que el viernes se encontró con algo que no le había ocurrido nunca: «Hasta la medianoche estuvimos recibiendo llamadas de gente que buscaba alojamiento».

A pesar del buen resultado final del plan B, la pareja no se olvida del mal rato que le hicieron pasar los controladores. «En el contexto que vivimos, cuando el Gobierno acaba de suprimir el subsidio mínimo para los parados de larga duración, esto no toca. La imagen que hemos dado es lamentable y no favorece a nadie», argumenta Plantelech. y su compañera añade: «Todavía no sé cuánto dinero nos va a costar la broma. Hay que tomar represalias».

Paisaje sorprendente

Tras una noche en Cabacés, pudieron alojarse en una de las habitaciones que quedaron libres el domingo en Cal Llop, el hotelito que regenta Cristina Jiménez y que ofrece unas vistas privilegiadas a un paisaje que aspira a ser patrimonio de la humanidad. «Es sorprendente, un territorio virgen que no está desarrollado turísticamente, aunque cada vez abren más casas rurales. La gente se sorprende de que exista algo tan auténtico a solo 40 kilómetros de Port Aventura», detalla Jiménez.

Y Gratallops es una muestra de lo que esconde el Priorat. No llega a 300 habitantes, pero concentra 18 de las bodegas de la DOQ Priorat. «Si te gusta la cultura del vino, disfrutar del paisaje y hacer senderismo, es ideal», asegura Plantelech. Con un pero: «No puede ser que para visitar el puente romano de Cabacés te tires media hora para encontrar el camino», argumenta. De algo parecido se queja Jiménez: «Queremos un turismo de calidad y no masificado, pero no estaría de más que hubiera algún indicador para dar a conocer el Priorat».