El remate de la prohibición de la tauromaquia

El Govern compensa a Balañá con 330.000 euros por el veto de los toros

Vista aérea en la que destaca la plaza de toros Monumental.

Vista aérea en la que destaca la plaza de toros Monumental.

AGUSTÍ SALA / Barcelona

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El Govern ha propuesto compensar al Grupo Balañá, propietario de la plaza de toros Monumental de Barcelona, con un total de 329.699 euros por los perjuicios causados por la prohibición de las corridas en Catalunya desde el 1 de enero del 2012. La resolución definitiva de la Conselleria d'Economia, avalada por la comisión jurídico-asesora de la Generalitat, se aleja mucho de los 10 millones que reclamaba el grupo catalán de ocio y espectáculos en concepto de lucro cesante.

En todo caso, la reclamación de Balañá, que ahora puede recurrir la decisión final de la Administración catalana, es la única que el Govern ha estimado, aunque muy parcialmente, y en la que ha aceptado una indemización «por los perjuicios derivados del cese de las corridas de toros en Catalunya». En la resolución se acepta una cierta compensación por «la obsolescencia del edificio», así como por el aumento de los costes de mantenimiento, según fuentes conocedoras del procedimiento.

Desde que el Parlament aprobó  el veto de la lidia, la Generalitat recibió un total de 29 solicitudes de compensación, que sumaban un total de 24,2 millones de euros en indemnizaciones. En 28 casos, la Conselleria d'Economia entendió que no había lugar al resarcimiento económico porque los afectados podían seguir desarrollando sus actividades en otras zonas del territorio español donde las corridas de toros están permitidas.

En cambio, el caso de Balañá es distinto del resto. La resolución del departamento dirigido por Andreu Mas-Colell ha calculado que la compañía tiene derecho a 293.698 euros «en concepto de daños emergentes por la obsolescencia del edificio», según la comunicación a la que ha tenido acceso este diario.

De hecho, el singular inmueble, que acaba de cumplir su primer siglo de existencia, fue diseñado en su día para albergar corridas de toros. Además de este fin tan concreto, está catalogado, lo que limita mucho los usos distintos para el mismo así como posibles obras de remodelación.

Traslado imposible

En este sentido, el grupo Balañá sí que tiene derecho a compensación porque, a diferencia de otros afectados, «no puede trasladar la actividad a otro sitio», explicaron fuentes conocedoras del procedimiento. A la primera suma recogida en la resolución administrativa hay que añadir otros 36.000 euros «por el incremento de los costes de mantenimiento». Por todo ello, la cantidad total son 329.699 euros de compensación. Antes de pronunciarse de forma definitiva, fuentes de la Generalitat ya habían advertido de que la posible compensación sería «infinitamente más pequeña» que la exigida por Balañá.

Solo dos reclamaciones de las 29 recibidas merecieron seria atención por parte del Ejecutivo catalán: la de Balañá y la de Casa Matilla, la empresa explotadora del coso. Esta última fue desestimada por la Generalitat en noviembre pasado y la empresa presentó un recurso ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Previamente se habían desestimado exigencias planteadas por 12 toreros, y empresas de transporte de ganado y de publicidad, entre otras relacionadas con la celebración de la fiesta.

Recurso del PP ante el Tribunal Constitucional y posibles juicios al margen, la reclamación del Grupo Balañá era el último fleco que quedaba por solucionar por parte de la Generalitat de la controvertida abolición de la tauromaquia.

Al cierre de esta edición ningún representante de Balañá se había pronunciado sobre la indemnización de la Generalitat ni tampoco sobre sus planes para el futuro de la ahora mismo infrautilizada plaza, a la que solo dan vida los visitantes del mustio museo taurino.